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Los jóvenes que por primera vez sufragaron fueron concentrados en el Colegio “José Abelardo Quiñones” de Bellamar. Pese a su inexperiencia pusieron todo de su parte para no fallarle al país.
Algunos ciudadanos no dejaron ni a las mascotas. En las aulas no les permitieron ingresar con ellas y debieron encargarlas. También hay que tener un poco de criterio para no hacer papelones.
Los discapacitados tienen una atención especial, en la vista se observa a un coordinador ayudar a un anciano a desplazarse hasta su mesa.
Los reclamos de los electores no se hicieron esperar. En muchos casos por la lentitud en la instalación de mesa o en el avance de las colas. Los inspectores del Jurado debieron apaciguar las aguas.
 El alcalde solo manda en el municipio. Por ello Humberto Ortiz tuvo que hacer su cola como todo ciudadano al momento de votar. Hoy retorna al cargo y no se sabe si repondrá a los funcionarios cesados por el encargado Neptalí Briceño Porras.