Política

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PARA RATO

El proveído de la Primera Sala Penal con relación al recurso de casación que ha planteado la ex alcaldesa Victoria Espinoza García y su teniente alcalde Julio Cortez Rojas, para que se revise la sentencia condenatoria que se ha dictado en su contra, es un decreto de mero trámite que da curso al recurso impugnatorio de los sentenciados y no califica el mismo. Un recurso de casación debe admitirlo la Sala Penal de la Corte Suprema a la cual se derive el expediente, pues una vez que se remita a la capital de la república se señalará fecha para una audiencia de calificación mas no para los informes orales de los abogados. En la Sala Penal de la Corte del Santa lo que hacen es verificar que se cumplan los requisitos y trasladan el expediente penal a Lima y recién en la misma Corte Suprema se verificará si procede ser evaluado en casación para lo cual se fija una audiencia de calificación por parte de los mismos magistrados, ello quiere decir que este caso tiene para rato y en la medida que estamos en una instancia de casación, las autoridades ya asumen la sentencia condenatoria como firme y por ello la vienen ejecutando, como es el caso del procurador anticorrupción, quien ya viene cursando oficios a las Superintendencia de Bienes Nacionales y otras entidades a efectos de verificar si los condenados cuentan con bienes registrados a sus nombres o de sus familiares a efectos de formular los embargos pertinentes que garanticen el pago de la reparación civil que en el caso de los “semáforos inteligentes” no es poca cosa. Sin embargo, si se tiene en cuenta el trayecto que pasa un expediente en la Corte Suprema, a la cual llegan carpetas desde todos los puntos del país, se presume que esta causa será resuelta recién en unos 10 meses, más aun cuando estamos ad portas de las fiestas de fin de año en donde se detienen muchos trámites y luego vienen las vacaciones judiciales en donde la demora es de un mes más.

ESCANDALO

La protesta realizada por un numeroso grupo de padres de familia del Colegio 88331 del centro poblado de Rinconada debe merecer la atención de las autoridades, especialmente de la Policía y del Ministerio Público, en la medida que existen bienes públicos que han sido sustraídos de manera muy sospechosa. En efecto, el colegio no ha sido víctima de algún robo en el cual los maleantes hayan tenido que fracturar puertas, escalar paredes o sorprender a vigilantes, por el contrario, según lo revelaron anteayer mientras realizaban una manifestación, las computadoras han desparecido como por arte de magia. Y no estamos hablando de una o dos computadoras, por el contrario se trata de 47 lap top’s que se han esfumado sin que nadie pueda dar una explicación razonable a este hecho. Al margen del perjuicio que esto genera a los niños, lo cual ya es bastante, lo que se debe tener en cuenta es que hay ladrones que se burlan de los padres de familia y del director del plantel llevándose los terminales sin que nadie lo haya reparado, lo que sorprende en la medida que se trata de casi medio centenar de computadoras que no se pueden sacar debajo del brazo. Allí hay “gato encerrado”, es evidente que existe complicidad desde el interior del mismo plantel y eso tiene que deslindar la Policía. Esperemos que no solo identifiquen y descubran a los responsables, que los metan a la cárcel como corresponde, sino que recuperen las lap top’s en razón que son fundamentales para el estudio de los escolares.

SEPARACION

Luego que una sub oficial de la policía denunciara a un custodio Yanmarcos Hernández Ramos por haber abusado sexualmente de ella tras aprovecharse que se encontraba bajo los efectos del alcohol, el Jefe de inspectoría de la Policía, Coronel Carlos Díaz Quepuy se apuró en deslindar la situación del denunciado señalando que ya no es más miembro de la institución en la medida que fue separado por otros hechos en los que se vio comprometido. En efecto, los medios de comunicación hemos dado cuenta de las malas artes de este pésimo efectivo policial, sin embargo, no basta que la Policía lo eche de la institución por comprometer su nombre e imagen, lo que se requiere es que se denuncie a este mal elemento y pidan que lo metan a la cárcel pues de otra manera recalará en algún otro lugar seguramente para cometer otro delito. Esto funciona como en la administración pública en donde los denunciados por corrupción son sancionados con el cese o destitución del cargo, cuando lo que se tiene que hacer es ponerlo a disposición de la justicia en la medida que existen delitos de por medio. Hay que terminar con ese conformismo por el cual se echa a los que cometen delitos y nada más. Eso no es justo.