Los rostros de desilusión y decepción de los dirigentes del Barrio El Progreso, luego de verificar que el pasado viernes 21 de diciembre no se llevó a cabo la licitación del hospital de contingencia que se tenía previsto para esa fecha, recuperaron su sonrisa y su rictus habitual tras entrevistarse con el viceministro de salud quien ratificó que el proceso licitador no se ha detenido ni suspendido.
Lo que sucedió es que la Contraloría General de la República hizo llegar una observación al ministerio de salud con la petición para que se deje sin efecto la licitación en la víspera de la última Navidad, señalando que había recibido información que colocaba en entredicho el lanzamiento que realizó el ministerio de salud.
Se trataba de una sesgada información que había recibido el organismo de control por parte de la dirigencia sempiterna del mercado progreso, aquella facción que encabeza Juan Hernández Quiliche, quien se había dirigido a la Contraloría para informar que se estaba realizando una licitación para construir un mercado a menos de 50 metros de un mercado, lo que contraviene la ley,
Obviamente, expuestas así las cosas el órgano de control tenía que verificar si esto era cierto y para ello pidió que se deje en suspenso la convocatoria, empero, en el tintero quedaba la “mala lecha”, la dolosa intención de los dirigentes de perturbar el proceso licitador en base a mentiras.
Ello porque el tema de la ubicación del Mercado dentro del radio de acción del futuro nosocomio es un casi ya superado, es un tema que ha sido revisado por todas las partes y que ha obligado a sostener mesas de trabajo permanentes, intercambio de ideas, planteamientos diversas y se llegó a un consenso para superar justamente la incompatibilidad a la que hacen alusión los dirigentes del Mercado.
Cuando estos malos dirigentes dirigen documentos a la contraloría, ya sabían que el tema de la ubicación del mercado se había superado, sin embargo, ocultan esos detalles a los funcionarios de organismos de control, les entregan una información sesgada y ello da lugar a la paralización del acto licitador por la mala fe dirigencial.
Justamente, el vice Ministro de salud informó a los dirigentes que se reunieron con los funcionarios de la Contraloría y les mostraron todos los documentos escritos, grabaciones y filmaciones relacionadas con las reuniones realizadas en nuestra ciudad, en donde confluyeron una serie de autoridades y las partes en conflicto parta solucionar este problema generado por la presencia de un mercado cerca a la posta de salud.
La Contraloría no tenía la menor sospecha que el alcalde provincial había mediado en este conflicto y que el Ministerio de Salud había llegado inicialmente a Chimbote con la condición de ejecutar la obra solo si se reubicaba el mercado, menos aún conocía Que se habían realizado mesas de trabajo en las cuales se había solucionado este inconveniente y que la incompatibilidad legal había sido superada,
Por ello es que sin más trámite que aquel de la remisión de los documentos respectivos, el organismo de control ha dado el visto bueno, inclusive, a ese documento se ha sumado uno firmado por los miembros de la comisión de salud del congreso de la república respaldando el proyecto que busca llegar con atención de salud de calidad a miles de pobladores de varios sectores de Chimbote.
Afortunadamente ya todo está aclarado, el día de mañana domingo los dirigentes entregarán a los vecinos un informe detallado con todos estos alcances de la visita realizada al ministerio de salud y ratificarán que la licitación se realizará en fecha que ya debe estar preparando los altos funcionarios del PRONIS.
Sin embargo, si bien es cierto el impase ha sido superado, no podemos olvidar que los dirigentes del Mercado Progreso no darán su brazo a torcer y buscarán la manera de seguir perjudicando este proyecto, hay que tener en cuenta que en esta oportunidad han obrado de mala fe, han engañado a los funcionarios de contraloría, lo que quiere decir que están dispuestos a todo, de allí que es pertinente estar alertas a nuevas y dolosas maniobras que traten de perturbar este proceso. Lo mejor es prevenir antes que lamentar.