Exalcaldes nunca lo hicieron:
Grifo clandestino se construye a puertas cerradas.
Se burlan de la ley y de las autoridades. Los funcionarios de la actual gestión municipal de Nuevo Chimbote, tienen la gran oportunidad de hacer respetar el principio de autoridad e intervenir en la construcción de un grifo que vienen afectando los pantanos de Villa María; lo cual no hicieron los funcionarios de la gestión anterior de Valentín Fernández Bazán.
Se trata de la ilegal construcción de la estación de servicios de venta de gas licuado de petróleo promovido por la empresa Servicios Logísticos Mochica SAC en los lotes 5, 13 y 14 del A.H “Primero de Mayo”, que viene generando alta contaminación en las aguas subterráneas del humedal y viene alterando negativamente la calidad del aire sobre la fauna silvestre avícola de la zona.
Ello, a pesar de existir sendos informes del área de la subgerencia de ecología del Municipio de Nuevo Chimbote y de la gerencia de salud pública y gestión ambiental de la Municipalidad Provincial del Santa que han ordenado la paralización de obra, en la zona de Primero de Mayo se viene construyendo un grifo clandestino de gas licuado de petróleo.
Los informes, firmados por Manuel Murriel Cabezudo en Nuevo Chimbote y Juan Villarreal Olaya en la Provincial del Santa, que hizo suyo un lapidario y contundente informe del jefe del PROPAR, biólogo Milton Sosa Arnao, concluyendo que dicha obra debe ser paralizada, sin embargo, hasta la fecha, se sigue construyendo a vista y paciencia de las autoridades locales.
Esta documentación formal que ordenaba la paralización y clausura de los trabajos, no se ejecutó nunca durante las gestiones de Valentín Fernández Bazán y Julio Cortez Rojas (luego Humberto Ortiz Soto), quienes permanecieron inertes ante el avance físico de la obra que perjudican los pantanos de Villa María.
Producido el cambio de gobierno, tanto en Nuevo Chimbote como en la Municipalidad Provincial del Santa y habiéndose probado que sus propietarios se siguen burlando de la ley, corresponde que los nuevos funcionarios actúen de inmediato ante este atentado contra el medio ambiente.
Los empresarios trujillanos se siguen burlando de las autoridades municipales y continuan construyendo el grifo que tiene la condición de clandestino porque la Dirección Regional de Energía y Minas ha dejado sin efecto la declaración de impacto ambiental que sustentó inicialmente el proyecto.