El año 2019 no podía comenzar de mejor manera que con una información que anunciaba la incorporación de un fiscal provincial de Chimbote en el equipo especial de lavajato, aquel que investiga la podredumbre de corrupción generada por las coimas de la empresa brasileña Odebrecht y que involucra a cientos de políticos de todo nivel.
La noticia era alentadora en la medida que en la justicia santeña y ancashina se vienen investigando algunos procesos relacionados con la intervención corrupta de Odebrecht y sus siniestros vínculos con la gestión de César Álvarez Aguilar, en la denomina época de la red de corrupción.
El indicado era el fiscal anticorrupción Felipe Elías Silva, fiscal coordinador de las fiscalías especializadas en la investigación de delitos de corrupción, quien se encuentra a cargo del denominado “Caso Sisa”, que es una derivación de la escandalosa componenda del negociado de la ejecución del proyecto Chinecas que se ventila en el emblemático “Caso La Centralita”.
Justamente en el “Caso Sisa”, en el que también se encuentra comprendido el ex presidente regional César Álvarez Aguilar con ex funcionarios de Chinecas, ya ha declarado un testigo en reserva y estaba pendiente el testimonio de otro de nacionalidad brasileña, justamente, el encargado de llevar adelante las negociaciones con Álvarez Aguilar para la ejecución de Chimecas.
Y es que, como muchos deben recordar, en nuestra ciudad se investiga la escandalosa adjudicación de una consultoría a la empresa SISA para que elabore un perfil técnico de Chinecas y por el cual se le pagó nada menos que cinco millones doscientos mil soles, cuando en los antecedentes del proyecto irrigador existía la advertencia para que esos estudios se actualicen de los que ha realizado ya Chinecas a lo largo de los años y para lo cual se requería de solo 120 mil soles.
Si el ex presidente regional quien por entonces manejaba Chinecas en su condición de Presidente del directorio, prefirió que se adjudique una consultoría por más de cinco millones cuando podía tener el mismo estudio por 120 mil soles, es porque evidentemente existe un acto colusorio para defraudar el erario de Chinecas con el consabido pago de prebendas bajo la mesa.
Sin embargo, jamás se sospecharía que esta adjudicación a SISA fue solo una pantomima, que el perfil técnico que le vendió a Chinecas por más de cinco millones era en realidad la adecuación de un estudio que ya había realizado para la empresa Odebrecht, a la cual le cobró 680 mil soles para los efectos de utilizarse en la adjudicación del proyecto a la empresa brasileña.
Eso había sido materia de una oculta negociación que se hizo entre funcionarios brasileños y el ex presidente regional César Álvarez teniendo como intermediario a Martín Belaúnde Lossio, estos antecedentes se descubrieron y se encuentran en la carpeta de La Centralita, allí se pudo conocer que Álvarez negoció con la corrupta empresa brasileña la adjudicación de Chinecas, se estimaba en un costo poco mayor a los dos mil millones de soles pero que esas negociaciones se cayeron de improviso.
Los funcionarios brasileños fueron llevados hasta la ciudad de Huaraz, se realizaron las tratativas respectivas, los representantes de Odebrecht viajaron con la autorización del CEO Marcelo Odebrecht y de toda su cúpula, empero, rechazaron la propuesta de la ex autoridad regional ancashina en la medida que exigía un diezmo del 20% del valor total de la obra cuando en esos casos se paga no más del 10%.
En la medida que esas negociaciones quedaron truncas, los ex funcionarios regionales y los representantes de SISA no encontraron mejor manera de sacarle el jugo al estudio elaborado y pagado por Odebrecht que ofreciéndolo al mismo proyecto irrigador, sobrevalorizando los costos y aprovechándose que por ese entonces una red de corrupción manejaba los hilos del gobierno regional para llevarse en peso los recursos destinados para el progreso y desarrollo de Áncash.
Justamente, todo esto se está ventilando en el juicio oral que se realiza en la Corte del Santa por este caso y se esperaba que la presencia de un magistrado chimbotano en Brasil podría no solo corroborar lo que ya se conoce sino que podría recabar nuevos elementos de prueba que desentrañen las malas artes y las componendas que se tejieron esos años.
Lamentablemente, las malas decisiones del ya ex Fiscal de la Nación Pedro Gonzalo Chavarry echaron a perder todos esos planes, en el último día del año pasado decidió retirar a los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez de equipo Lavajato y el convenio que sustentaba el viaje del equipo especial a Brasil quedó trunco.
Se perdió la oportunidad de viajar los primeros días de este mes a Brasil y de concretar el convenio de colaboración que permitiría recibir nuevos testimonios y más pruebas relacionadas con los negociados que se hicieron en nuestro país, entre los cuales estaban los de Chimbote y Ancash, pues se debe agregar al caso la Centralita y el caso Sisa, la sobrevalorización de la obra Chacas – San Luis, aquella componenda en la que los ex gobernantes corruptos cobraron nada menos que dos millones y medio de coima y en cuyo caso se ha conseguido establecer la ruta del dinero y recibir los testimonios de quienes se prestaron a ello.
Sin embargo, no todo está perdido, aun cuando la crisis en el Ministerio Público se mantiene, las vacilaciones hacen presa de las actuaciones de sus magistrados, existe la posibilidad de poder contactar nuevamente con la fiscalía especializada de Brasil y los representante de Odebrecht a efectos de llevar adelante el convenio en el mes de Febrero, sería lo más justo pues no se ha llevado adelante por cuestiones extrañas y ajenas a la voluntad de los magistrados que investigan.
Confiamos en que la intervención del Fiscal de Chimbote Felipe Elías en el equipo especial Lavajato no es una oportunidad perdida, existe la esperanza que los contactos se retomen y que se lleven a cabo siempre esas valiosas diligencias que espera no solo Chimbote y Áncash sino todo el país, pues los testimonios alcanzarán otros y escandalosos casos del gobierno nacional. Será entonces cuestión de esperar.