Se acabaron los cálculos procesales y las estrategias legales. La Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte del Santa confirmó en todos sus extremos la sentencia condenatoria que el año pasado el Juzgado Unipersonal anticorrupción dictara contra el ex presidente regional César Álvarez Aguilar, constituyendo de esta manera la segunda sentencia que recibe el ex titular de Áncash.
De esta manera ya no existe razón alguna para cuestionar las ampliaciones de la orden de prisión en la medida que la carcelería de César Álvarez se prolongará, por el momento, hasta el 20 de agosto del año 2020.
Ello porque la Sala Penal en mención declaró infundado su recurso de apelación contra la mencionada condena de dos años de prisión que le impuso el Juez Fernando Arequipeño Ríos por el delito contra la administración pública en la modalidad de malversación de fondos, específicamente por el caso “obras abandonadas”.
El colegiado, integrado por los jueces superiores Daniel Vásquez Cárdenas, Carlos Maya Espinoza (ponente) y Niczon Espinoza Lugo, ordenó además una inhabilitación para ejercer cargo público por el periodo de dos años y el pago de una reparación civil de 300 mil soles en favor del Estado.
Álvarez Aguilar, fue hallado culpable de haber realizado modificaciones presupuestarias el año 2013, para la realización de obras que no tenían la correspondiente certificación, por un monto de 12 millones de soles.
El colegiado desestimó los alegatos de la defensa técnica de César Álvarez Aguilar y sostuvo que dio un uso distinto al presupuesto asignado a tres obras, perjudicando su culminación. Además, el procesado no cauteló ni cumplió con su deber de velar por el uso racional del presupuesto, máxime si tenía la condición de titular del pliego.
Para la Segunda Sala Penal, quedó probado que César Álvarez Aguilar, ordenó la licitación pública de tres obras, pero en pleno proceso de ejecución realizó una modificación presupuestal que dejó a las obras sin los recursos necesarios para ser culminadas. Estas obras fueron el cambio del sistema de agua y alcantarillado de Bellamar, el colegio de Villa María y la Posta de Salud de Magdalena Nueva.
Muchos deben recordar que esta sentencia se dictó a mediados del año pasado, sin embargo, el ex presidente regional fue el primer interesado en que la apelación no se ventilara ni se resolviera en el plazo inmediato de ley, por el contrario, con argucias consiguió que la audiencia única en la que se debería revisar el fallo se postergue hasta en tres oportunidades, alcanzado extenderla hasta el 17 de enero de este año.
Este detalle es importante porque lo que buscaba la defensa técnica del ex presidente regional es dilatar las audiencias con la finalidad que no se ventile hasta el 25 de enero porque en esa fecha podría conseguir su libertad procesal en la medida que ese día culminaba el plazo de prisión preventiva que tenía en el caso del alevoso crimen de la testigo clave Hilda Saldarriaga Bocanegra y pretendía que nada impida que atraviese las rejas del presidio en el que se encuentra.
Sin embargo, en los primeros días de este año se pudo conocer que aquello también no era posible, pues en los últimos días del año pasado, la Juez el caso “La Centralita”, atendiendo una ejecutoria suprema, amplió el plazo de prisión de Álvarez en este proceso penal que aún no llega a juicio oral y determinó que aquella prisión preventiva interrumpida debería cumplirse en toda su extensión, de tal suerte que a falta de seis meses para que se cumpla decidió ampliarla hasta el 19 de Julio del presente año.
Fue en mérito de esa resolución del Caso La Centralita, que Álvarez se mantuvo en el penal de “Piedras Gordas”, sin embargo, ahora ese mandato se consolida con esta sentencia confirmada en segunda instancia y que dispone que César Álvarez cumpla cárcel efectiva hasta el mes de agosto del año 2020.
Y es que la decisión de la instancia superior era inminente, el caso de las “obras abandonadas” era más que elocuente, basta dar una vuelta por la ciudad y por otras jurisdicciones para encontrar los trabajos abandonados y deteriorándose en razón que han trascurrido más de cinco años a la intemperie.
Esto a despecho que, por razones que el ciudadano de a pié realmente no comprende, el ex titular de Áncash ha sido encausado únicamente por el abandono de tres obras cuando se sabe a ciencia cierta que ham sido una treintena de obras que se han abandonado solo en la jurisdicción de la provincia del Santa.
Justamente, ayer hacíamos referencia a este hecho cuando comentábamos la visita que ha realizado el Jefe Zonal de la Oficina de la contraloría general en Áncash, a la abandonada obra del Coliseo Cerrado de Chimbote, uno de los “emporios de la ignominia” que nos legó la gestión de César Álvarez y que recién a estas alturas viene siendo inspeccionado por el organismo fiscalizador de los recursos públicos.
Y es que el proceso penal que se le siguió a César Álvarez se accionó en base a los informes derivados de la misma Contraloría después de la intervención que hiciera al gobierno regional el año 2014, tras la caída del ex titular de Ancash, cuando hallaron los mecanismos turbios de la desviación de recursos mediante modificaciones presupuestarias manipuladas desde la Sub Región Pacífico.
Sin embargo, allí se consideraron solo tres obras cuando en realidad se abandonaron mas de treinta solo en nuestra provincia, de allí que si bien se justifica que la instancia superior haya confirmado la pena impuesta al ex presidente regional, hay que ser sinceros al reconocer que se trata de una sentencia benigna, una pena que no responde a la dimensión del daño que se originó a las arcas regionales y el fraude que representaron estas obras abandonadas a las justas expectativas de la población ancashina. No sabemos si se iniciará otro juico por otras obras igualmente abandonadas, lo cierto es que la pena impuesta resulta indulgente para quienes dolosamente arrasaron con los presupuestos regionales.