Editorial

EDITORIAL ::EMERGENCIA DILATADA::

Acompañado de sus principales ministros, como acostumbra, el Presidente de la República, Martín Vizcarra Cornejo, llegó la mañana del último viernes a la provincia de Pomabamba, con la finalidad de verificar los daños que vienen provocando los primeros huaycos de la temporada en la región Ancash y para tomar acuerdos y medidas de urgencia de cara a los últimos acontecimientos registrados en las partes altas de la región.

El Jefe de Estado no vaciló en trasladarse a Pomabamba en donde había fallecido una persona como consecuencia de un huayco que arrasó con precarias viviendas de la ribera del río que lleva el mismo nombre de la provincia.

Asimismo, ese mismo día otro huayco hizo colapsar un puente en un caserío ubicado a solo 20 minutos de Pomabamba, razón por la cual se hacía necesaria una intervención más efectiva del Ejecutivo, más aun cuando mucha gente reclama la presencia del primer mandatario porque es consciente que con su figura se agilizan las medidas.

Empero, la emergencia en las partes altas de la región Áncash no se habían  iniciado recién la semana pasada, por el contrario, un viernes antes se registró el gravísimo deslizamiento del cerro Cashapampa, ubicado cerca al caserío de Suchiman, en la vecina provincia de Sihuas, justamente en el límite de esa provincia con Pomabamba, por lo que el jefe de estado iría también a visitar esta zona en donde se hace imperativo que se realicen trabajos para recupera el tránsito en la carretera y, esencialmente, para terminar con un embalse de agua que se tornaba amenazante.

Efectivamente, los medios de comunicación, tanto locales como nacionales, informaron el fin de semana antepasado sobre las graves consecuencias de este deslizamiento, pues han caído miles de toneladas de arena y lodo sobre una vivienda en la que quedaron enterrados un agricultor y sus tres hijos, cuyos cuerpos no han podido ser rescatados hasta la fecha.

Justamente, este incidente es el más grave y llamaba la atención que el Ejecutivo no haya adoptado el traslado inmediato de ministros y funcionarios a la zona porque se trata de una delicada emergencia, en el lugar no se puede recuperar la carretera interrumpida por que retirar ese material con maquinaria expone a los trabajadores a un nuevo deslizamiento.

De la misma manera, el cerro ha bloqueado el curso del Rio Rupac, por ello las imágenes muestran que en un lado de este afluente se viene formando una laguna artificial que crece día a día, por lo tanto, si es que no se consigue neutralizar este problema, existía el riesgo de una caída aluviónica de agua sobre la jurisdicción,

No solo esto motivó el pasado fin de semana al Presidente Martin Vizcarra a tomar un vuelo junto a sus ministros y trasladarse a la zona de emergencia, una decisión que responde al accionar decidido de una autoridad que se solidariza con los pueblos afectados por la desgracia, sino que hubo de por medio, esencialmente, la voluntad política de responder ante la desgracia y la emergencia de los pueblos del interior.

Y es que el presidente no solo ha sido informado de lo que sucede en Pomabamba y en el sector de la caída del cerro Cashampampa, o que el embalse que se viene generando en un lado del río Rupac viene amenazando no solo las áreas de cultivo que puedan existir en la zona sino que el incremento del volumen de las aguas del río está poniendo en serio peligro la moderna infraestructura del Puente Raimondi, que no está lejos el lugar y que ha sido inaugurado en los últimos días de diciembre por el mismo Presidente.

Vizcarra Cornejo sabe y es consciente de los costos que se han invertido en el puente Raimondi para instalarlo a tantos miles de metros de altura, por ello es que le urgía tomar medidas para retomar el curso del río y no ponga en peligro una infraestructura que apenas tiene dos meses de inaugurado.

Y es que el gobierno era uno de los convencidos que la inauguración de este Puente Raimondi permitirá que se afiance el intercambio comercial no solo entre los pueblos de la misma provincia si no que se tiene que coordinar un decreto conjunto a efectos que se ponga en marcha un plan de contingencia que refuerce y cuide la moderna estructura.

Y es que esta clase de urgencias amerita la presencia de las máximas autoridades en el mismo lugar de los hechos, no es factible que se haya pretendido esperar que los funcionarios del gobierno regional informen sobre el estado del deslizamiento cuando lo que se requiere es que se tomen medidas no solo para recuperar los cadáveres del padre y la niña que quedaron sepultados, sino, esencialmente para recuperar el tráfico vehicular y detener el embalse de las aguas que se ha generado por la obstaculización del río en este derrumbe.

El caso es sumamente delicado y había la necesidad que se actué con capacidad de decisión y con el presupuesto necesario para defender la valiosa infraestructura que apenas ha sido inaugurada hace menos de un mes.

En realidad los estragos como consecuencia de las precipitaciones pluviales no deberían de llamar la atención porque forman parte de un ciclo natural en el año que se asoma no solo caluroso sino con una serie de fluctuaciones que derivan en lluvias torrenciales que han activado nuevamente las quebradas de cada zona.

Y es que este problema se torna cada vez más preocupante en la medida que el Niño Moderado que anunciaron las autoridades del organismo de prevención nacional no sería de esa dimensión sino que comienza a mostrarse como un fenómeno mucho más peligroso, tanto así que en la zona sur del país han comenzado a generarse huaycos de gran intensidad que han arrasado no solo con áreas agrícolas sino que han llegado a la zona urbana.

Esto debe ser una constante en varias provincia, de allí que ha sido vital la presencia del Jefe de Estado el último fin de semana en Pomabamba en la medida que ello ayudará a que la ayuda y asistencia lleguen con mayor prontitud y atendiendo a la real dimensión de los daños que viene generando la lluvia.

El presidente ha anunciado que han declarado en emergencia la provincia de Pomabamba, empero, era necesario que no se limite solo al accionar asistencial en una provincia porque el fenómeno amenaza con convertirse en un “Niño realmente malcriado” que podría generar nuevas emergencia en la zona costa de Ancash. Hay que estar preparados para ello y demandar que el Jefe de estado cumpla con lo ofrecido.