El año pasado se presentaron los primeros casos del síndrome del Guillain Barré, un extraño mal en estos lares pero que se transmite de manera similar a un proceso gripal o infeccioso, como un mal respiratorio o un proceso viral.
Lo cierto es que este mal, cuyas causas se desconocen, genera un trastorno poco frecuente en el cual el sistema inmunitario del organismo ataca los nervios, por lo general, los primeros síntomas son debilidad y hormigueo en las extremidades, se pueden propagar con rapidez y, tarde o temprano, se produce una parálisis en todo el cuerpo.
Aun cuando no se conoce como se genera, en los centros asistenciales existen tratamientos para poder superar este mal, empero, puede generar emergencias médicas ante las cuales son los médicos los que deben actuar con rapidez.
Justamente, uno de estos casos se ha presentado el pasado fin de semana en nuestra ciudad, por lo menos el diagnóstico de los médicos del hospital La Caleta así lo señalaron tras identificar al paciente.-……………. Como una persona que presentaba todos los síntomas de este mal de Guillain Barré.
El afectado ingresó al hospital de los pobres el miércoles 13 de este mes pero solo recién el sábado 16 pudo ser trasladado a la capital de la república cuando presentaba un estado sumamente delicado según lo manifestaron los familiares a la prensa.
Justamente, ellos recurrieron a los medios de comunicación en la medida que su pariente no era trasladado a un nosocomio especializado de la capital, pues requería un tratamiento en una sala de cuidados intermedios porque requería de ventilación mecánica y ella no existe en el hospital de nuestra ciudad.
Esto resultaba extraño para los hombres de prensa en la medida que en el Ministerio de Salud existe un protocolo por el cual los médicos deben disponer el inmediato traslado de un paciente cuando presente estos males que aparecen de pronto con la amenaza de extenderse rápidamente, empero, en esta oportunidad se decía que no podían llevarlo a Lima mientras que no se encuentre una cama disponible en un hospital público que se encuentre en capacidad de recibirlo.
Solo cuando la noticia se difundió por los medios nacionales los galenos reaccionaron y dispusieron su inmediato traslado al Hospital Dos de Mayo en dónde, asumimos, ha recibido la inmediata atención y se ha conseguido estabilizar al paciente en razón que, desde entonces, ya no se ha podido conocer información adicional alguna respecto a su estado de salud.
Sin embargo, es necesario que este síndrome, tan extraño aquí como en muchas ciudades, debe ingresar a la agenda de las autoridades que forman parte de los comités de salud, o de las mesas de lucha contra las enfermedades estacionales, como el dengue o la chuquinguya, pues ya el año pasado se presentó una alerta médica en la ciudad de Trujillo y aun cuando en nuestra ciudad fueron solo unos pacientes y casos aislados, es preciso que se tenga en cuenta para los efectos que no se extienda su campo de acción.
No se puede soslayar que el trabajo de estos comités integrados por representantes de las principales instituciones de la localidad ha sido bastante positivo en los últimos años en la medida que en el seno de su debate se han dispuesto medidas adecuadas para prevenir los males estacionales, como ocurre con el dengue que el año pasado, a estas alturas, ya se había presentado y amenazaba con extenderse.
En esta oportunidad, a pesar que la elevada temperatura ha hecho proliferar a los mosquitos que suelen transmitir estas enfermedades, las acciones preventivas difundidas de manera permanente dan estos resultados que a la fecha nos indican que no existen casos de dengue, y, es evidente que ello responde al cuidado que tienen ahora los pobladores al evitar almacenar agua y eliminar los inservibles de sus viviendas a efectos de impedir que se generen focos infecciosos con el mosquito vector.
Cierto es que en estas primeras semanas del año se presentaron emergencias relacionadas con la presencia de casos de malaria, un mal que no es propio de nuestra jurisdicción pero que se presentaron hasta en cuatro personas todas ellas oriundas de Venezuela, país del cual migraron de su país en donde habían adquirido este mal y los síntomas los comenzaron a percibir ya en nuestra ciudad, razón por la cual debieron ser hospitalizadas a efectos de otorgarles tratamiento médico.
Afortunadamente, la reacción de las autoridades no permitió que este mal de pueda propagarse a partir de la presencia de estos primeros casos importados, como se les conoce a aquellos cuadros que se genera por pacientes que han llegado de otros lugares incubando el mal adquirido en otras ciudades.
Aun cuando se trate de un solo caso de “Guillaín Barré” es imperativo que las autoridades sanitarias hagan el seguimiento del caso, más aun cuando se ha debido trasladar por razones de emergencia al paciente que estaba bastante delicado, lo que implica que se ha debido tomar los datos necesarios a efectos de conocer si el mal lo ha adquirido en un viaje o en nuestra ciudad.
No se le puede dar ni siquiera un centímetro de espacio o ventaja a esta clase de enfermedades, con mayor razón cuando el síndrome de Guillain Barre es un extraño mal cuyo origen se desconoce hasta la fecha pero que afecta seriamente el organismo de las personas, de allí que se impone un monitoreo en este primer y único caso hasta la fecha.
Hay que reconocer el esfuerzo que han realizado hasta la fecha las autoridades y que se traduce en una inexistencia de pacientes por el mal del dengue que es una enfermedad estacional que ya se había convertido en endémica en nuestra ciudad, empero, no se puede bajar la guardia y menos mostrarse indiferentes cuando se afirma que ha aparecido un primer caso de “Guillain Barré” en Chimbote. El mensaje es claro, estamos frente a amenazas latentes que se traducen en males que no han sido desterrados de estos lares y que, por el contrario, aparecen ocasionalmente encendiendo las alertas.