Típico ajuste de cuentas:
Cuerpo sin vida de Javier Amparado Mejía, luego de ser ultimado por sicarios en urb. Las Praderas.
Muerto y rematado. Aparentemente así querían ver los autores intelectuales del crimen del mototaxista César Amparado Mejía (20), tras el ataque de sicarios que abandonaron su cuerpo inerte en el frontis de la urbanización “Las Praderas”.
Hasta este lugar llegó un auto Tico en el que se desplazaban dos sujetos que esperaron que el occiso salga en su mototaxista y le descerrajaron 11 disparos en diferentes partes del cuerpo.
Los sicarios necesitaban asegurar la muerte de Amparado Mejía que quedó sin vida en el pavimento.
Recién al promediar las 2.00 de la tarde se presentó el fiscal de turno y el médico legista para disponer el levantamiento del cadáver así como para el recojo de los casquillos de las balas percutadas y las evidencias que permitan dar con los asesinos.
Por la modalidad empleada se trataría de un ajuste de cuentas, aunque la Policía no descarta el móvil de la venganza en la medida que hace dos años atrás el occiso había baleado a otro mototaxista, hechos por los cuales solo fue condenado a dos años de prisión.
La Policía busca imágenes de cámaras de seguridad porque la mujer que le pidió un servicio hasta “Las Praderas” que es un lugar alejado, lo habría centrado ante los asesinos.