YUNGAY
No cabe duda que la provincia de Yungay fue la más golpeada por el catastrófico terremoto del 31 de mayo de 1970. La ciudad virtualmente despareció y fueron aproximadamente 25 mil pobladores los que fallecieron bajo la costra de lodo y piedras que se precipitó desde las alturas como consecuencia del desprendimiento de un bloque de hielo en el Huascarán que se precipitó hasta la laguna de Llanganuco y allí se generó un aluvión que arrasó con el pueblo. Fueron pocos los que se salvaron, apenas aquellos que sintieron el estruendo de la caída del lodo y atinaron a correr hacia el cementerio que estaba en la parte más elevada. Ellos fueron fatídicos testigos de la forma como se sepultaba a su pueblo y junto a sus hijos fueron los sobrevivientes de esa tragedia, los únicos que pudieron revelar esa tenebrosa realidad que se vivió aquel domingo. Por ello es que ayer viernes, al conmemorarse el 49 aniversario de esta triste fecha para los ancashinos, el Presidente de la República, Martin Vizcarra, no podía dejar de concurrir para rendir el merecido homenaje a un pueblo que, cual guion de película, debió resurgir del fango. La población lo recibió alborozada, muchos estaban expectantes de los anuncios que haría el primer mandatario que generalmente no llega a esos pueblos, y, la verdad es que no se equivocaron. Luego de un discurso en el que no podían faltar sus dosis de demagogia, el Presidente dijo que llegaba a Yungay solo con aquello que podía cumplir y por ello anunció tres compromisos con esa provincia: el primero es el hospital para Yungay, el segundo es el proyecto integral de agua potable para todo el Pueblo y el tercero es la carretera Yungay-LLanganuco-Yanama-LLacma, que forma parte de un circuito turístico envidiable que espera hace muchos años su ejecución. Por lo menos recordamos que el año pasado el congreso declaró el proyecto de interés público, pero allí quedó. Ahora el presidente lo recoge y corona la fiesta yungaína en medio de la congoja por el aniversario del sismo de 1970.
TRAGICO
A propósito del 31 de mayo, ayer se realizó el simulacro de sismo y tsunami en nuestra ciudad y llama la atención ver que existe aun mucha indiferencia de parte del poblador común y corriente para tomar parte en este evento. Apenas si los colegios y las entidades públicas lo acatan de manera religiosa, los primeros porque están debidamente organizados desde ya hace unos años y los segundos por una obligación laboral pues si fuera el caso ellos no se sumarán al evento. Lo mismo sucede en las oficinas privadas y los establecimientos comerciales, sin embargo, en la calle nadie se detiene o intenta tomar parte del simulacro cuando suenan las sirenas señalando el inicio del evento. Esto es un grave error, el simulacro lo que busca es evitar consecuencias mucho más trágicas frente a un terremoto. El sismo no se puede evitar, lo que se puede mitigar son sus efectos pero para ello la población debe saber que es lo que de hacer ante un fenómeno telúrico y la forma como reaccionar en el lugar en el que se encuentre. Quienes vivimos la tragedia del 31 de mayo de 1970, aun cuando estábamos aún muy chicos, recordamos como se movió la tierra, ese vaivén indescriptible e interminable que llevó a todos a no saber qué hacer en el momento, no existían zonas de seguridad, no existían normas de evacuación menos aun albergues de seguridad. Hoy con toda esa información que se difunde en los simulacros podemos evitar que el daño sea mayor. Hay que tener en cuenta que llevamos una gran ventaja en la medida que en estos tiempos se cuenta con edificaciones antisísmicas como no lo había en la década del 70. Hay que contribuir todos a tolerar de la mejor manera la fiereza de la naturaleza.
CRIMEN
Es lamentable lo que ha ocurrido la madrugada de ayer en Huaraz, en donde un asesino ha matado a un Fiscal de esa ciudad, asestándole una puñalada mortal en lo que se presume ha sido una discusión callejera. El Fiscal adjunto Jimmy Barboza Pinedo salía a las 5.00 de la mañana de una discoteca en el centro de Huaraz y allí fue abordado por el asesino que es un sujeto que el 2017 ha sido condenado por robo agravado a 7 años de cárcel. Es decir, hace solo dos años fue confinado a siete años, la pregunta que se cae de madura es ¿Qué hacía en la calle? ¿Quién lo dejó en libertad cuando no cumplía ni el tercio de la condena? Lamentablemente, estas son las cosas que generar incertidumbre en la administración de justicia y hoy ha generado una víctima nada menos que en un Fiscal. Esperemos atrapen y encierren al criminal.