Editorial

Editorial: ::: ATACANDO AL MENSAJERO :::

Cuando un juicio penal culmina, el juez pregunta al acusado si tiene algo que decir, es la última diligencia previa a la emisión de la sentencia y responde a la necesidad de conocer por boca del mismo investigado sus impresiones respecto a los cargos que enfrenta, es decir, el ejercicio de la defensa en su más contundente expresión.

Y quienes se encuentran en el banquillo utilizan esta estupenda oportunidad para clamar por su inocencia, para explicar al magistrado de manera directa y sin intermediarios de por medio que no ha cometido delito por tal o cuales razones.

Es un alegato personal al margen de la defensa técnica que ha sustentado el abogado de su elección, el acusado tiene la oportunidad de transmitirle en sus palabras lo que siente o lo que piensa del proceso seguido en su contra y de las imputaciones que se formulan.

Sin embargo, a diferencia de lo que hace la mayoría, en el proceso penal seguido al ex Presidente Regional César Álvarez Aguilar los chimbotanos hemos escuchado de todo menos una defensa personal cerrada, algo inusual que se ha advertido en la parte final del juicio que se le sigue por el fraude cometido en la licitación y ejecución de la obra de la carretera Chacas San Luis.

En efecto, el ex titular de Áncash dispuso el tiempo que le otorgó la Juez a cargo de la causa para emprenderla contra los colaboradores eficaces y contra los ex funcionarios de la empresa brasileña Odebrecht, tratando de desacreditar lo que, definitivamente, ha quedado más que en evidencia.

César Álvarez atacó a los colaboradores eficaces de este proceso calificándolos como “cómodos y oportunistas, señalando textualmente ‘Se libran de la cárcel (…) y siguen trabajando para Odebrecht”, y agregó ‘con esa ganga todos son colaboradores eficaces y bien cómodos’.

Pero no solo los colaboradores eficaces fueron blanco de la blasfemia del ex presidente regional, también los ex funcionarios de la empresa brasileña Odebrecht llevaron su parte calificándolos de mentirosos y haciendo alusión a las declaraciones que hicieron en Estados Unidos y la realidad de los hallazgos realizados en el país.

En realidad, se trata de “manotazos de ahogado”, pues está claro que el encarcelado ex presidente Regional quiere dejar mal parados a quienes lo delataron, aquellos que formando parte de una negociación delictiva que comprometió los recursos del erario regional, se vieron en la necesidad de revelar lo que saben para no responder con penas drásticas por hechos perpetrados por otros.

Este es el rol de los colaboradores, se trata de personas que han formado parte del entorno de la gestión regional de Ancash y como tales se convirtieron en testigos de los manejos turbios que se registraron en la conocida época de la red de corrupción, ofreciendo información fidedigna y corroborable, a cambio de los beneficios de una ley que se dictó justamente para distinguirlos y favorecerlos.

En el caso Chacas San Luis se dio un caso sumamente singular, el colaborador N° 01 proporcionó información clave y precisa respecto a las negociaciones que se dieron no solo en el caso de la carretera Chacas San Luis, sino en aquellas frustradas con el proyecto Chinecas y otro relacionado al perfil SISA que es un caso paralelo, al margen claro está, del caso La Centralita, que es el expediente madre en donde se concentraron inicialmente las pruebas de estos otros dos juicios.

Y decimos que es singular porque después de haber prestado testimonio y otorgado muchas pistas hace unos tres años atrás, hace solo unos meses los ex funcionarios de la empresa Brasileña Odebrecht, en el marco del convenio de colaboración suscrito con el Ministerio Público, han llegado a corroborar todo lo que en su oportunidad dijo el colaborador eficaz en esta causa, han ratificado la ruta del dinero sucio y revalidaron la manera como se negociaron los intereses de Ancash.

No podemos olvidar, y esto lo hemos comentado en este mismo espacio editorial, que gracias a estos colaboradores la Fiscalía supraprovincial a cargo del Dr. Elmer Chirre, pudo establecer y descubrir los depósitos hasta por 2 millones y medio de dólares que había pagado la empresa brasileña para adjudicarse la obra de la carretera Chacas San Luis por 460 millones de soles y por la cual se pagó poco más de 100 millones de soles en adicionales.

Gracias a estos colaboradores el Ministerio Público pudo pisarle los talones al amigo de Dirsse Valverde que había prestado la cuenta de la empresa off shore de propiedad de su padre en la que se realizó el depósito de la millonaria coima de esta obra, fue ese personaje quien entregó al Fiscal las primeras evidencias documentarias de los depósitos realizados y los movimientos que se efectuaron posteriormente.

La ruta del dinero negro de la carretera Chacas San Luis se pudo establecer mucho antes que entren a tallar los ex funcionarios de Odebrecht, estos últimos solo le han dado el batacazo final a la corrupción de Ancash como de todo el país.

Entonces, se entiende cómo es que el ex presidente regional César Álvarez ha arremetido en su alocución final del juicio de la carretera Chacas San Luis contra estos colaboradores eficaces, es evidente que esta “arañado” con esta gente porque permitieron que se encuentre la pista de las componendas registradas en su gestión.

Es el típico argumento del mediocre, aquel que busca que descalificar al mensajero y le importa poco o nada el mensaje, no le interesa en lo más mínimo cuestionar el millonario desfalco, solo pretende atacar a quienes dieron las pistas necesarias para llegar al objetivo final de esta investigación fiscal.

La próxima semana o quizás poco antes de fin de mes, el juzgado Penal nacional debe estar expidiendo la sentencia de este proceso, es evidente que la situación del ex presidente regional como de sus ex funcionarios es delicada, por ello estan atacando al mensajero, empero, las cartas ya están sobre la mesa, las pruebas han sido recopiladas hasta el hartazgo, solo queremos conocer qué decide finalmente la justicia, al margen de lo que suceda o no con el colaborador eficaz.