Editorial

Editorial: ::: NI MÁS PASOS EN FALSO :::

El último fin de semana, finalmente, se ha instalado el Directorio del proyecto especial Chinecas, con la presencia de los representantes de todos los organismos que señala la ley, todos ellos bajo la presidencia del Gobernador Regional Juan Carlos Morillo, quien ha decidido ponerse al frente de esta tarea que resulta no solo clave para su gestión sino, fundamentalmente, para el futuro y los destinos de Ancash.

Tras haberse superado todas las trabas legales y las parsimonias de algunas entidades en la demora de la designación de sus miembros, finalmente, los flamantes directorios se instalaron y comenzaron a tomar acuerdos, los cuales no podían sino comenzar por decidir la situación de la gerencia general, un cargo clave para la marcha de cualquier institución, con mayor razón para un organismo de desarrollo.

En tal sentido, la decisión ha sido unánime en desembarcar al gerente Edilberto Ñiquen Alarcón, un personaje que llegó a Chimbote de la mano con el ex gobernador Luis Gamarra Alor, premunido de los mejores pergaminos en el papel, con un curriculum envidiable y arrastrando, principalmente, una experiencia que ya querría tenerla cualquier profesional por los años que se ha desempeñado al frente de otros proyectos similares, como nuestro vecino Chavimochic y el Chira-Piura.

Sin embargo, como dice el dicho, “no todo lo que brilla es oro”, por ello no demoró mucho tiempo en que este gerente comenzó a tener problemas con diversos sectores, primero, con los trabajadores que cuestionaron no solo su inefectividad sino que fue pasible hasta de denuncias de acoso por parte de una servidora.

En el plano profesional, ha sido bastante pobre lo que ha ofrecido el ex gerente Edilberto Ñiquen pues apenas si presentó un plan de desarrollo que no convenció a nadie, tanto así que no avanzó porque manejó un proyecto que no tenía timón, que no contaba con un Directorio que defina, apruebe y evalúa los planes de trabajo institucionales que se presenten, incluso, muchos deben recordar cómo es que la ex Ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, reprendió públicamente a las ex autoridades regionales y locales por la inoperancia de un proyecto como Chinecas y en la medida que, al preguntar por sus directores, le dijeron que aquellos ni siquiera se reunían.

Luego de ello vino el rollo de la ley aprobada por iniciativa de los congresistas de Áncash, quienes plantearon la recomposición total del Directorio, una ley que se hizo con nombre propio porque lo que se buscaba era evitar que el Gobernador Luis Gamarra pudiera tener manejo directo del proyecto especial y no calcularon que sus efectos podrían perjudicar a los siguientes gobernantes.

Esto se puso de manifiesto en la medida que profesionales como el hoy gerente Luis Luna Villarreal cuestionaron el texto de la ley en la medida que se trabajó uno distinto y que en el seno de la comisión congresal se había modificado al extremo de hacer un directorio dirigido a favorecer al Ejecutivo, que le otorga nuevamente la posibilidad que el gobierno tenga mayoría en los asientos del consejo directivo y de esta manera las aspiraciones de Áncash queden nuevamente postergadas.

La Ordenanza regional que ilegalmente aprobó el consejo regional y mediante la cual se declara inaplicable la ley que determino al recomposición del directorio, congeló todo nuevamente, extrañamente las autoridades no tomaron la iniciativa de aplicar la norma a sabiendas que el Consejo regional no es organismo que tenga atribuciones para desconocer una ley nacional y que una Ordenanza tiene efectos de una ley para el interior de una región más no para desvirtuar los efectos de una ley del Congreso de la Republica.

De todas formas, aquel escenario es el que dejó congelado el tema Chinecas y todos optaron porque este se mantenga en esa condición hasta que un nuevo directorio que se designe a partir de las nuevas autoridades regionales procure enrumbar al proyecto irrigador.

Y esto ha sucedido el pasado fin de semana, recién al sexto mes de su gestión el Gobernador Juan Carlos Morillo ha conseguido que se instale el Directorio, sin embargo, ello no ha sido óbice para que desde que iniciara su mandato y aprovechando las reuniones con el jefe de Estado, haya gestionado y solicitado el apoyo gubernamental para retornar el proyecto Chinecas, consiguiendo de esta manera un sorprendente respaldo financiero del orden de los 200 millones de soles.

Sin embargo, esta partida no se asigna para que se evalúe por donde se comienza, sino que se hace a pedido del Gobernador para que se inicien estudios y trabajos de canalización entre Nepeña y Casma, en otras palabras, lo que quiere el Gobernador es terminar el Canal principal del proyecto irrigador.

Sin embargo, muchos entienden que esta no es una decisión que la pueda optar un candidato o un gobernador, sino que es una medida que requiere de un análisis y evaluación de la situación por parte del Directorio, es este consejo directivo que representan a los accionistas, quien debe delinear que es lo que debe o debe hacer la gerencia.

En tal sentido, sería prudente que el Gobernador escuche a los organismos agrarios que desde hace varias semanas vienen pidiéndole audiencia y que los atienda para definir el tema de Chinecas, sin ellos los que conocen de cerca la realidad de Chinecas y con su concurso se deben tomar acuerdos conjuntos.

De manera particular consideramos que antes de decidir el inicio de inversiones se tiene que definir cuál será el diseño que se aplique al proyecto irrigador, esto es algo que ha quedado en el limbo, más aun ahora que se ha optado por liquidar el proyecto Sisa y se tiene que llevar al Ministerio de Economía otra alternativa para la ejecución de Chinecas. Hay que tener en cuenta que no se puede perder esta nueva oportunidad, no se puede dar un nuevo paso en falso porque Chinecas permanece postergado por la desidia política mientras que otros de su misma naturaleza han registrado un envidiable avance pese a que en Ancash contamos con un afluente propio. Es momento de revertir esta situación.