EXAGERACIÓN
Efectivos de la Policía anticorrupción intervinieron el pasado fin de semana al miembro de seguridad del alcalde Roberto Briceño Franco cuando hacía uso indebido de la camioneta de propiedad edil y asignada al despacho de alcaldía, pues se encontraba en su domicilio con la camioneta estacionada en el frontis de su vivienda. Tras dos horas de espera, los Policías pudieron identificar al miembro de seguridad como Roberto Carlos Vasquez Nieto, de 41 años de edad, quien explicó a los efectivos que se encontraba con la unidad vehicular en la medida que tras dejar al alcalde el chofer se sintió mal de salud y le dijo que le dejaba la camioneta para irse a su domicilio y retornar más tarde a llevarlos porque el alcalde tenía una actividad. La versión no convenció a los efectivos ni al fiscal anticorrupción, quienes lo trasladaron a la sede policial hasta donde llegó el chofer Percy Cieza Sosa con la finalidad de explicar lo sucedido, empero, ambos fueron depositados en los calabozos hasta la llegada del fiscal. Efectivamente, enterado de los hechos el representante del Ministerio Público dispuso la liberación del chofer y el miembro de seguridad, ordenando que se continúen las investigaciones en calidad de citados. Esta decisión obedece, ciertamente, a la lenidad de los hechos, aun cuando existe la necesidad de investigar si hubo o no una infracción por hallarse un vehículo de propiedad de una entidad pública en un domicilio particular, existe la necesidad de hacer un deslinde al respecto, no había necesidad de arrestar a los trabajadores ediles, enviarlos a una celda como si fueran delincuentes. Esa parece ser la exageración de la cual habló el alcalde al día siguiente al ser entrevistado por la prensa, mostrándose indignado frente a lo que advierte fue un exceso y explicando las razones por las cuales sus auxiliares se encontraban en poder del vehículo.
EXAGERACION II
Y es que no es la primera vez que se produce una intervención de este tipo, ya la misma Policía anticorrupción ha realizado otras intervenciones, entre ellas al chofer de la fiscal de Control Interno que se iba a su casa a almorzar y descansar con la unidad móvil de propiedad de la Fiscalía, incluso, a una ex funcionaria de la Municipalidad distrital de Nuevo Chimbote a quien no se le ocurrió peor idea que, tras un presunto operativo, se fue a departir una velada romántica en una Pizzería del distrito sureño con el vehículo del Municipio. Y es que estos empleados de las reparticiones públicas son acusados del delito de peculado de uso, es decir, por darle un uso al vehículo de propiedad de la entidad pública para la que trabaja, con fines ajenos al servicio. Ello significa que los choferes deben terminar su jornada y de inmediato internar el vehículo en la cochera de la institución y movilizarse por sus propios medios, bajo ningún concepto puede seguir movilizándose con la unidad y combustible pagados con recursos públicos. Pero esta norma no se puede aplicar a la letra o es que se pueden hacer deslindes.
EXAGERACION III
En efecto, lo que la fiscalía debería deslindar es que existen “funcionarios y funcionarios”. No es lo mismo la actividad de un alcalde que la de un Jefe de línea, este último acaba su jornada en el horario establecido y debe dirigirse a su domicilio en movilidad propia y transporte público. Pero un alcalde es una autoridad que debe atender una larga agenda de reuniones de trabajo e invitaciones que se concretan a cualquier hora del día. No se le puede exigir que solo lo inviten en horario de trabajo, eso es absurdo, de tal suerte que siempre hay excepciones a la norma y una de ellas se da en el caso de los alcaldes que deben concurrir a eventos fuera de horario y con él deben estar su chofer y seguridad. Pretender exigir que el chofer no se vaya a su domicilio cuando tiene que retornar mas tarde para seguir su labor fuera del horario edil, es un despropósito, el chofer y el miembro de seguridad tiene que hallarse junto al funcionario hasta que lo traslade a su domicilio, en el caso del alcalde debe transportarlo fuera del horario normal y eso no es delito ni aquí ni en la china. De allí que urge hacer un deslinde respecto a este tema, una cosa es utilizar la unidad para irse a parrandear y festejar y otra ordenar los tiempos para seguir transportando a una autoridad, inclusive, fuera de su horario normal de trabajo.