ACIERTO
Sorprendió a propios y extraños, en la víspera de las fiestas patrias, la decisión de la ministra de Salud al disponer el traslado del menor agredido en su colegio por otros estudiantes y que había quedado con serias secuelas en su salud, internado en el hospital La Caleta, Al margen de las responsabilidades que debe irrigar un hecho de este tipo, tanto en el campo penal como en el administrativo y disciplinario, la ministra tomó conocimiento por las informaciones publicadas en los portales locales de un hecho que estaba comprometiendo gravemente la salud de un niño, por lo que autorizó que se disponga de una cama en el Hospital del Niño y dispuso que la Dirección del nosocomio chimbotano proceda al inmediato traslado al menor a efectos de someterlo a un tratamiento completo e integral, esto quiere decir que al menor no solo lo auscultarán y tratarán sobre las lesiones físicas que ha padecido, los problemas que le pueden haber generado los golpes en sus aun crecientes órganos, sino el necesario tratamiento psicológico que requiere un hecho de este tipo. Esto es primordial y la Ministra, como profesional de la salud lo sabe, por ello es que apuró los trámites y consiguió que en el día el menor fuera llevado a Lima. No le falta razón, una de las secuelas más graves relacionadas con esta clase de salvajismo escolar, aquel al que llaman bulliyng, es la secuela traumática que deja en los niños cuya primera reacción es de aversión a todo lo que tenga que ver con el Colegio se niega a regresar, tienen temor al aula y se genera un trauma que es necesario atender para que no genere un problema de por vida al menor. Y lamentablemente, en nuestra ciudad los colegios carecen de servicios de piscología y difícilmente se haya podido ayudar a este niño en ese aspecto, estamos convencidos que lo mejor ha sido que lo lleven al Hospital del Niño en donde existen especialistas justamente para ellos, para los niños y con una experiencia única. Ahora le queda a la UGEL y la Fiscalía de Familia investigar qué es lo que sucedió y tomar las medidas correctivas del caso, esto no puede quedar como un funesto antecedente de violencia escolar, ya es momento de hacer algo.
SINIESTROS
Dos dantescos incendios en un solo día ya es bastante. Pero mucho más preocupante es que estos, dos incendios se hayan registrado en el distrito de Nuevo Chimbote la semana pasada, incrementando de esta manera la tenebrosa estadística de incendios registrados en el cono sur. Esto tiene que llamar poderosamente la atención de las autoridades porque en el último siniestro registrado en el A.H. “Mirador del Sur” se dio a conocer desde un primer momento que se trataría de un incendio provocado por manos extrañas. Con el paso de las horas se dijo que el siniestro había sido provocado por los traficantes de tierra que buscan quedarse con la mayoría de lotes vacíos y lo que hacen es quemar los lotes abandonados para después, bajo amenazas y violencia, quemarlos y venderlos a terceros. Lamentablemente, esta práctica es sumamente riesgosa en la medida que en ese lugar la mayoría de predios se levanta en base a material inflamable, de tal suerte que el accionar de los traficantes de tierras resulta doblemente peligroso porque expone a familias a los riesgos de un siniestro de proporciones. Sí esto realmente fuera así, es decir, que detrás de estos siniestros existen traficantes de tierras, es momento que las autoridades sumen esfuerzos en aras de investigar e identificar a los responsables no solo para sancionarlos con todo el peso de la ley, sí no para detener esta modalidad que en cualquier momento podría provocar una tragedia.
SARTEN
El alcalde de Coishco Abel Sánchez Cruz sorprendió en su discurso de fiestas patrias al cuestionar a sus funcionarios y trabajadores contratados por no haber solucionado un problema de desabastecimiento de agua cuando él se encontraba gestionando proyectos en Lima, razón por la cual les pidió que pongan sus cargos a disposición. En realidad no existe necesidad de hacer esta exhortación, los funcionaros y trabajadores contratados solo pueden estar hasta que el alcalde lo decida, son servidores no estables por lo tanto, si el alcalde ya no los quiere lo único que tiene que hacer es firmar resoluciones y nada mas. Debe entender que en estos casos es él quien tiene la sartén por el mango y no los trabajadores.