No cabe duda que la semana víspera de fiestas patrias comenzó mal en Chimbote, diríamos muy mal, como consecuencia de un incendio registrado en el Botadero Municipal que existe muy cerca al túnel de Coishco, en donde cientos de toneladas de desperdicios y material de reciclaje ardieron de manera incontenible.
El incendio se inició realmente la madrugada del domingo 20, las llamas alcanzaron alturas impresionantes en la medida que el fuego había alcanzado las rumas de plástico y cartones que los recicladores seleccionan y colocan en enormes paquetes a un costado del Botadero, a la espera de poder trasladarlos a los centros de compra y venta de reciclaje.
Lo increíble es que las llamas no cedían a las acciones de rescate de los bomberos y efectivos del serenazgo municipal que habían llegado para mitigar el fuego, las llamas se avivaban fácilmente con las corrientes de viento que se registran en los últimos días en Chimbote haciendo más gélido el clima de la ciudad, generándose de esta manera una emergencia ambiental insospechada.
Ello porque el fuego expedía un humo que arrastraban gases tóxicos producto de la quema de restos de basura y esos humos fueron ganando altura y poco a poco superó el cerro aledaño al distrito de Coishco en donde comenzó a invadir las viviendas con el grave riesgo que ello representa para la salud de la población.
Seguramente, a lo largo de estos años los vecinos de Coishco han soportado la ilegal ubicación de este Botadero Municipal, sin embargo, nada pudieron hacer porque los ex alcaldes prefirieron ahorrar dinero llevando la basura de la ciudad a este lugar lejos de acondicionar un botadero en la zona donde debe construir su relleno sanitario.
Pasaron 24 horas y el fuego no podía ser totalmente controlado por los bomberos, el personal edil también trabaja intensamente y nadie podía explicar qué es lo que realmente había sucedido.
En el lugar transitan generalmente recicladores, alguien pudo haber visto sino es que se generó el fuego en este lugar, empero, el incendio se generó al promediar las 3.00 de la madrugada en un lugar bastante oscuro seguramente nadie vio el desplazamiento de personas, lo que quiere decir que todo lo que se diga es una mera especulación hasta que los responsables de la pesquisa no lleguen a una conclusión.
Sin embargo, los funcionarios de la Municipalidad no creen que este impresionante y nocivo siniestro haya sido producto de la casualidad, de la imprudencia de alguien que lanzó un cerillo o algo por el estilo, por el contrario, están convencidos que en este caso hubo una mano negra que tiene por objetivo culpar a la gestión de Roberto Briceño en la medida que la comuna provincial es la que administra y viene gestionando el cierre de este Botadero Municipal.
El subgerente de Gestión Ambiental, Limpieza Pública y Áreas Verdes de la comuna provincial, Rafael Blas Verástegui, señaló enfáticamente que esto forma parte de un sabotaje a la gestión edilicia, por gente inescrupulosa que solo busca hacer daño y quiere dejar mal al alcalde.
Para el funcionario, el siniestro resulta extraño, debido a que nos encontramos en temporada de frío y no puede haber calentura de los desechos, ha precisado con mucha lógica que es imposible que la falda de este cerro aledaño al túnel de Coishco se pueda incendiar de forma natural, y además esta posibilidad ha sido rechazada por los recicladores que son gente que merodea este lugar, inclusive advirtió que en horas de la mañana de ese mismo día, el personal de supervisión de Limpieza Pública corrió a personas que estaban arrojando petróleo en un punto crítico de basura en la avenida Camino Real de Chimbote, algo que resulta bastante sugerente
Pero hay otro elemento que abona a esta probable causa provocada del incendio y es que el siniestro se registró a escasos días de la llegada a nuestra ciudad de la Antorcha de los Juegos Panamericanos a realizarse en Lima.
Precisamente, en las semanas previas las autoridades habían trabajado la organización de esta recepción y estaba cargo del gobierno regional con la Municipalidad Provincial de Santa, entidad a la cual le llovían críticas por haber emprendido tres obras que no culminarían antes de este evento y demandaban que acondicione debidamente esos lugares.
La antorcha debería recibirse en el túnel de Coishco, a pocos metros del lugar del incendio, lo que quiere decir que en estas condiciones era imposible que se reciba a la antorcha, lo que obligó a los organizadores a cambiar de planes y señalar como inicio del trayecto en el Ovalo San Pedrito, ubicado frente a Essalud, en la intersección de las avenidas Gálvez e Industrial, cosa que ocurrió apenas 48 horas antes.
Es evidente que existieron intereses soterrados de hacer fracasar este evento y culpar a las autoridades ediles, ya en las semanas previas se trataba de responsabilizar al alcalde y sus funcionarios del pésimo estado de las calles y calificaban que seria una vergüenza mundial que se descarte a Chimbote por esta causa, empero, el alcalde silenció a estos agoreros dejando impecable las calles, limpiando y subsanando eventualmente para el paso de la antorcha, tanto así que recibieron la conformidad y las fecilitaciones de los organizadores.
Ello podría llevarnos a pensar que el incendio fue la última ofensiva de los promotores de este odio gratuito a la gestión edilicia, empero, teniendo en cuenta que el Ministerio Público ha iniciado una investigación lo mejor es esperar los resultados antes que adelantar conclusiones que solo caen en el campo especulativo.
Por lo demás no podemos dejar de lamentar este incendio que solo equivale a un desastre ambiental. El alcalde Roberto Briceño ha iniciado desde el primer día de su gestión el cierre definitivo del Botadero, ya obtuvo el visto bueno de los organismos competentes y esto es todo un proceso que toma su tiempo, en este interín alguien enciende el Botadero pero no se puede responsabilizar de esta secuela al alcalde que ha puesto las bases para clausurar el inmundo Botadero de Coishco, esperemos confiados que se cierre definitivamente, entre tanto, estaremos alertas a las investigaciones que deben determinar quienes generaron este desastre.