Una alimentación sana basada en el consumo de pescado fresco es la clave que le ha permitido a don José Beltrán Mendoza llegar a cumplir hoy día tres de febrero cien años y lo celebrará primero con una misa en la parroquia San Pedro para agradecer al patrón de los pescadores por darle larga vida con buena salud.
Don Beltrán Mendoza es chimbotano neto nacido el año 1916 percibiendo el aroma del mar que desde pequeño fue la despensa para su alimentación de ahí que resalta la importancia de volver a tener una bahía limpia libre de contaminación en la que se pueda encontrar especies sanas y frescas como él encontró desde pequeño el Robalo, Chita, Lenguado, Jurel, Caballa, entre otros.
“En esos tiempos no teníamos refrigeradoras asi que apenas teníamos a los pescados en la chalana lo traíamos a la casa donde los cocinaban y comíamos gustosamente” recordó. Â
En su casa de la primera cuadra del Malecón Grau donde vive nos comentó que a los 10 años de edad se hizo a la mar en una chalana con unos amigos para dedicarse a la pesca hasta los 38 años de edad y posteriormente se puso a trabajar como estibador en el terminal marítimo de Chimbote.
Casado con Lucia Samanamúd Palomino con la que tuvo ocho hijos, nos dijo que en su juventud integró la selección de fútbol de Chimbote con el que llegó a jugar a Lima cuando las autoridades deportivas buscaban a jugadores para que integren la selección nacional para participar en el mundial. Â Â
En su condición de volante jugó en el equipo que también lo integró el gran Lolo Fernández quien fue elegido como titular y él fue suplente de la selección. “El deporte y la sana alimentación ha sido una combinación que recomiendo” agregó el hombre centenario que solamente tiene problemas de audición y todos los días sale a comprar el pan.Â
Entre las anécdotas de su vida como pescador recuerda que en las ocasiones que había neblina espesa que impedía visualizar la navegación al puerto cogían un pico de botella para usarlo como bocina para emitir ruidos y si este tenía respuesta es que cerca tenían un cerro y debían cambiar su rumbo. “En esos tiempos no se usaba radar o sonar como ahora lo hacen” añadió.
Los 100 años de don José Beltrán, que tiene 10 nietos y dos bisnietos, se celebrarán con una misa y posteriormente con una reunión familiar en su casa donde los suyos lo agasajarán con la quema de castillos y sabrosa cena.