Los gobiernos regionales ya deben abstraerse de ejecutar obras de carácter vecinal o provincial y poner atención a los proyectos de gran envergadura, aquellos que redundan en beneficios de, no solo una sino de, muchas poblaciones y por cuyas características requieren de inversiones importantes que se consiguen en base a gestión, tocando las puertas de ministerios y apelando a los recursos que maneja por concepto de canon minero.
Esta ha sido una visión que fue dejada de lado por los gobernantes porque mas fácil para ellos es invertir los recursos que maneja en una serie de proyectos pequeños que le generen aplausos en diversas provincias de la región, cuando ello es trabajo de los Municipios, si la región quiere ejecutarlos que entregue los recursos a los municipios, empero, lamentablemente todos quieren ser los que rompan la botella de champgne en las inauguraciones de las obras.
La situación del puerto de Chimbote y el proyecto especial Chinecas son fieles reflejos de lo que estamos diciendo, ambos organismos dependen del gobierno regional de Áncash pero a lo largo de todos estos años no han recibido apoyo alguno para su mejora o modernización, solo constituyeron banderas electoreras de falsos ofrecimientos de campaña y nada más.
Sin embargo, la semana pasada un anuncio del gobierno regional nos sacó del cuadro y nos demostró que por fin el gobierno regional de Ancash encamina su gestión a proyectos de gran envergadura no solo por el volumen de inversión sino por el efecto multiplicador que tiene en el beneficio para los pueblos del valle de Nepeña.
Nos estamos refiriendo al anuncio que hizo la semana pasada el gerente de la Sub Región Päcífico, David de la Cruz Pizán, relacionado con la futura construcción de una represa en la cabecera de la cuenca del valle de Nepeña para mejorar la agricultura por medio de los canales de riego que conducirán el agua embalsada hasta los campos de cultivos de los distritos de Cáceres del Perú (Jimbe), Moro, Nepeña y Samanco.
A decir del funcionario, esta importante obra está estimada entre 5 a 7 millones de soles y será incluida en la Programación Multianual de Inversiones 2020-2022 del gobierno regional para iniciar con su ejecución el próximo año.
La represa, de acuerdo a la visión que han expuesto los ingenieros, embalsará las aguas de las lagunas Coñocranra, Capado y Huirí, ubicadas en la parte alta de Jimbe y mediante canales se distribuirá en los campos de cultivo de los pueblos del valle de Nepeña.
Y si nos atenemos a los que nos han informado, no se trata solo de una buena idea o de los sueños de un político, sino que el proyecto se pone de manifiesto con la visita de inspección que han realizado los funcionarios de la Sub Región Pacífico a la localidad de Jimbe, en donde no solo han identificado los terrenos sino que se han entrevistado con los representantes de las juntas de riego de esa zona a quienes han transmitido los objetivos que se ha trazado el Gobernador regional Juan Carlos Morillo.
Es evidente que así como a nosotros, a los hombres de campo de la zona les ha generado una gran satisfacción saber que el Gobierno Regional tiene en su cartera de proyectos una represa que representará mucho para ellos y aliviará las angustias de los hombres de campo en las épocas de estiaje, cuando carecen del líquido elemento y no existe manera de salvar sus cultivos.
Y así lo expresó a los visitantes el Presidente de la junta de Usuarios de Nepeña, Víctor Hugo Velásquez Flores, quien estuvo presente en la visita de los funcionarios y señaló el gran aporte que representará una represa en la cabecera de cuenca del Valle de Nepeña en la medida que en la zona se cultivan productos de exportación y requieren de todos los elementos tecnológicos a su disposición para desarrollar el agro como la alternativa económica que esperan los pueblos de la zona de influencia.
Corresponde a la Sub Región Pacífico iniciar los estudios técnicos, para ello el gerente llevó a sus profesionales que se encargarán de establecer el plan de trabajo y de esta manera dar un primer y efectivo paso a la consolidación de un proyecto que se verá consolidado en el curso de los dos próximos años.
Es importante que la región le haya puesto el ojo a un proyecto importante para un sector tradicionalmente abandonado, los agricultores del valle de Nepeña dependen del recurso hídrico que fluyen por sus ríos, a lo único que han aspirado es a que el proyecto Chinecas se consolide y termine de ejecutarse con los canales finales y la construcción de la represa de Poctao, en Casma, empero, entienden que eso es un proyecto de largo aliento que difícilmente se completará en la próxima década.
Sin embargo, una represa en la cabecera de cuenca del Valle de Nepeña, en las alturas del distrito de Jimbe en donde existen una serie de lagunas cuyas aguas no son debidamente explotadas, viene a ser una gran alternativa para el agro de la zona en este momento, no es un proyecto que requiere de mucho tiempo y de inversiones fabulosas, por el contrario, es una obra que está al alcance del gobierno regional.
Si el gobernador Juan Carlos Morillo ha sido capaz de conseguir un presupuesto de 200 millones de soles para retomar el proyecto Chinecas a partir de la culminación del canal principal de Nepeña hasta Casma, es factible que pueda conseguir una partida mucho menor para una represa en la cuenca del valle de Nepeña.
Inclusive, se debe tener en cuenta que el represamiento de las aguas de esta cuenca no solo aliviará el problema de la crecida de las quebradas en las épocas de lluvia sino que eliminará la posibilidad de contaminación en la lagunas de Jimbe por parte de mineras informales, tal como lo vienen denunciando los agricultores de la zona en los últimos meses, si el gobierno regional consigue emprender este proyecto de represamiento, es evidente que le quitará la posibilidad que se manipulen las lagunas ilegalmente.
Hay que saludar la decisión del gobierno regional para poner en marcha la futura construcción de una represa en la cuenca del valle de Nepeña, efectivamente es una importante iniciativa que beneficiará a muchos pueblos y que se puede ejecutar sin distraer los recursos de otras grandes obras, de allí que se espera que la propuesta de Juan Carlos Morillo se concrete, que avance y no represente solo un anuncio más de los muchos a los cuales acostumbran las autoridades en los últimos tiempos. Estamos seguros que los agricultores del valle de Nepeña estarán a la expectativa para que se haga realidad.