VELOCES
La muerte de un niño de 12 años de edad en el triple choque registrado en la carretera panamericana norte, a la altura de Guadalupito, debe llamar a la reflexión a las autoridades en la medida que esto no es más que el producto de la negligencia y falta de control en las pistas. El accidente fue provocado por un ómnibus de la empresa de transportes “Erick el Rojo” cuyo chofer aparentemente se quedó dormido y se saca esta conclusión por la forma como arrasó a dos unidades que estaban estacionadas a un costado de la pista. El cuarto vehículo involucrado es un patrullero que no sufrió tantos daños como los anteriores. Lamentablemente, los hechos se originaron cuando el chofer del vehículo marca Kia solicita la intervención de un patrullero de carreteras luego que un tráiler le había cerrado el paso de mala manera. El vehículo policial se adelanta y ordena al chofer del tráiler que se detenga. El chofer del auto decide estacionar detrás del trailer para sustentar su queja contra el chofer y en esas circunstancias, cuando se realizaba la intervención, el ómnibus se empotra en la parte posterior del tráiler, aplastando y convirtiendo en un amasijo de fierros el auto Kia. En el interior de este auto se hallaba el menor de 12 años, ya nos imaginamos la desesperación del hombre al ver a su hijo sin vida dentro del auto por la torpe maniobra de chofer del ómnibus en el que, además, fallecieron otras tres personas, entre ellas el copiloto. Aparentemente se ha descuidado el tema relacionado con los choferes, con las secuencias de manejo y, sobretodo, la excesiva velocidad en la que se desplazan. Poco a poco se pierde la obligación del GSP y por ello vuelven los accidentes. Una pena.
DRAMA
Los últimos acontecimientos registrados en nuestra ciudad, por el crimen del empresario Elías, la negativa del licenciamiento de la Universidad San Pedro, entre otros, nos distrajo de un hecho que no pudo escapar a nuestra atención. Nos referimos a la fotografía que publicaron los medios de comunicación en la que se observa a la gerente de desarrollo social de la Municipalidad de Nuevo Chimbote, Marleny de la Cruz cargando un niño rodeada del abuelo del menor y otras personas en el hospital, la criatura es el hijo menor de una mujer que esta desfalleciendo con cáncer terminal y su hijo padece enfermedades que ameritan un internamiento. La funcionaria puso de manifiesto su altruismo al buscar la manera de ayudar a la mujer y al niño y lo llevó al hospital Regional para que lo chequeen y le den el tratamiento que necesita, había conseguido para ello el apoyo del alcalde y estaba haciendo el llamado a entidades de buen corazón para que apoyen a esta criatura. Sin embargo, incomprensiblemente, el abuelo del menor se negó a dar la autorización para que se interne al menor y por ello no podían hacer nada, la criatura no tenía otro familiar que medite y reflexione sobre su salud, de allí que era evidente que ese caso no tendría otro derrotero que el Ministerio Público, había que llamar al Fiscal para que se ponga por encima de la actitud necia del abuelo y disponga que se atienda al menor, inclusive, frente a este cuadro realmente dramático en el que un niño sin padre y cuya madre está en fase terminal de un cáncer que le consume la vida, la Fiscalía debería solicitar al Juzgado de Familia el abandono moral y material de esa criatura, no solo porque ya carece de padres o familiares que puedan cuidarlo y mantenerlo sino por su estado de salud delicado que amerita una atención permanente. Ese menor debería ser llevado a un albergue y atendido en su condición de abandono moral y material. Es un trámite que deben evaluar porque la criatura se quedará sin padre y posiblemente madre y en ese caso las autoridades deben actuar.
PLAN
La oportuna intervención del alcalde provincial Roberto Briceño Franco en un intento de salvataje a favor de la Universidad San Pedro y la crisis por la que atraviesa, ha merecido el reconocimiento de tirios y troyanos en la medida que si hay alguna entidad a la que se le debe dar una mano esa es la Universidad San Pedro, una casa universitaria que fue forjada por el esfuerzo del Pueblo y por la que se peleó a brazo partido contra quienes quisieron lucrar con ella. Sin embargo, nunca faltan los resentidos que pretenden desmerecer la intervención del alcalde por el hecho de haber planteado un plan de inversiones junto al gobierno regional con total de sacar adelante a la primera universidad de Chimbote. Estamos seguros que esta misma gentuza habría criticado al alcalde si no hacía nada pero como tomó las banderas de la reivindicación de la Universidad salen con la cantaleta de la ilegalidad de una inversión pública en una entidad privada, cuando la San Pedro es una asociación civil sin fines de lucro. Que cobardía y falta de solidaridad para con una de nuestras instituciones de vanguardia.