PIRAÑAZA
La gente del Colegio Nacional “Villa maría” no se sorprendió cuando el ultimo lunes tomó conocimiento a través de nuestro medio de comunicación, de la captura del Policía de Tránsito Jesús Castillo Huayta por haber cobrado una coima de 200 soles a un trasportista. Y no les llamó la atención porque este mal Policía es un ex alumno de este centro educativo, del cual ha egresado hace solo unos años pero su indisciplina y su comportamiento rebelde y procaz dejó huellas al extremo que el personal docente no lo olvida. Allá por el año 2013 ó 2014 este entonces alumno del mencionado plantel sostuvo una discusión con otro estudiante a quien le hincó con un metal, dejando entrever su extrema peligrosidad. Para entonces ya se imponía las políticas estas por las cuales no se debe castigar de manera extrema al estudiante porque se atentaría contra su estado emocional y psicológico, por ende, fue sancionado apenas con una semana de suspensión. Transcurrido este plazo retornó a las aulas con su habitual conducta beligerante y desafiante hacia los profesores. Era lo que en los predios escolares se conoce como “un malcriadazo” una suerte de “piraña” dentro de las aulas. Luego de dejar las aulas, este jovencito regresó al poco tiempo solicitando sus certificados anunciando que estaba postulando a la escuela de sub oficiales de la Policía y se ufanaba que ya estaba fijo como ingresante, ahora al verlo como Policía de Transito comprobaron que efectivamente estaba fijo en la entidad tutelar. De allí que todo esto, con la secuela de su captura por estar coimeando a los transportistas, debe llamar a la reflexión a la propia Policía Nacional para revisar los formatos de admisión de su escuela en la medida que ingresaba cada personaje que derrocha alteraciones de tipo psicológico. El caso de este Policía de Tránsito es un ejemplo pues en Villa María todos sabían que era un mal elemento, empero, entró fácil a la Policía y ahora ha caído cobrando una coima porque un valiente transportista lo denunció, habría que preguntarse cuantas “intervenciones” habrá realizado con este mismo y delictivo sesgo.
SECRETARIO
Justamente, esto es lo que quiere establecer la Policía y la Fiscalía anticorrupción y tras haberse detenido al Sub oficial fue aprehendido también su primo, quien se desempeñaba nada menos que un “enganche” para los cobros delictivos que hacía el Policía. Claro, somo se han realizado una serie de celadas que han terminado con muchos de sus colegas en Cambio Puente, el Sub Oficial Castillo Huayta optó por no comprometer su nombre y figura para cobrar por lo bajo, no le pedía dinero directamente al chofer que intervenía, sino que al despojarlo de sus documentos hacía que su primo llame al chofer y le proponga el delincuencial arreglo para que recupere sus documentos sin que le apliquen la papeleta. De esta manera, el mal Policía no se involucraba directamente con la coima, por ello es que no ha caído en una celada porque sencillamente este sujeto no hacia el arreglo directamente con el chofer sino que hacia intervenir a su primo. Sin embargo, tras conocer la modalidad delictiva del Sub Oficial y frente a la denuncia del transportista, el Ministerio Público optó por hacer el seguimiento, recoger pistas y evidencias y solicitó al Juez una detención preliminar. En este periodo se están consolidando las pruebas y la Fiscalía solicitará la prisión preventiva para este nuevo elemento policial que engrosará la fila de reclusos que cayeron en actividad. Como para implementar una comisaría dentro del reclusorio.
BULLANGUEROS
La gente de Fiscalización de la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote debería escuchar las quejas de vecinos de la avenida country y el jirón Huambacho, de la primera etapa de la urbanización Buenos Aires, por la escandalosa bulla que genera un Gimnasio ubicado en la esquina de esas dos arterias. Ocurre que este Gimnasio, que arrienda un espacio dentro del Country Club, utiliza equipos de música de alta potencia para los bailes y coreografías que ofrece a sus concurrentes, sin embargo, lo hace a un extremo volumen que perturba la tranquilidad de los vecinos y hasta los propios deportistas que concurre diariamente al centro recreacional. Seguramente que necesita de la música pero si quieren romperse el oído que coloquen acústica a sus paredes y no molesten a los demás. Esta edificado por unas planchas de fierro como paredes y de esa mamera lo único que garantiza es la histeria entre los vecinos. Lo más grave es que su propietario o administrador ni siquiera escucha las quejas de los vecinos y responde de malas maneras. Por ende, ya se hizo merecedor a una fuerte multa que la Municipalidad no debe dejar de aplicar.