Editorial

EDITORIAL: ::: ¿Y AHORA QUE? :::

Al promediar las 2.00 de la tarde de ayer, cuando la mayoría de peruanos se aprestaba a almorzar, los medios de comunicación dieron a conocer las cifras de contagios y muertes correspondientes al día de ayer, como suele suceder todos los días, a diferencia que en los días laborables lo hace el presidente de la república, en sus acostumbradas conferencias de prensa.

Lo cierto es que esta información nos revolvió el estómago a muchos pues la cifra de contagiados ha superado los 40 mil pacientes, una tétrica estadística que, si mal memoria no nos traiciona, es la misma que los especialistas señalaron como la barrera que nos podría dejar al borde del colapso del sistema de salud.

La sala situacional del MINSA informó ayer que existían 40,459 infectados en todo el país y los fallecidos alcanzaban ya los 1,124, una estadística inimaginable para muchos en la medida que nos hallamos en aislamiento obligatorio desde hace más de un mes y medio, justamente, para poder atenuar el contagio de este virus que es capaz de sembrar la muerte en cualquier estrato social.

Y no podía dejar de ser preocupante si se tiene en cuenta que en comparación con los números registrados apenas un día antes, en las últimas 24 horas estaba aumentando la cifra de contagiados nada menos que en 3,560, la más alta desde que se estableció la emergencia nacional.

Y en lo que se refiere a los fallecidos, la estadística crece a razón de un promedio de 100 personas por día, lo que nos da una idea de la preocupante situación en la que se encuentra el país.

Si es que el sistema de salud no ha colapsado aún es porque el Gobierno decidió a tiempo ir implementando más camas hospitalarias y camas de cuidados intensivos en el camino, incluso, los gobiernos regionales se sumaron en ese esfuerzo y por ello en algunas jurisdicciones se cuenta con importante refuerzo como para poder sostener los desmesurados incrementos como los que hoy experimentamos.

Sin embargo, seguimos al “filo de la navaja”, siempre se dijo que nuestro país no estaba en condiciones de poder sostener un brote de las dimensiones que generaba este COVID 19 como ha quedado demostrado en otros países que cuentan con sistemas de salud ocho o diez veces más avanzado que el nuestro.

Por ello las cifras proporcionadas ayer nos dejan pasmados, nos encierran en un escenario de duda y temor en la medida que no sabemos que nos pasará mañana o más tarde, más aun cuando la prolongada cuarentena ha colocado a miles de familias en angustias económicas y las empresas observan como el sistema financiero no está dispuesto a apoyarlas para salir de este hoyo porque únicamente les interesa los más fuertes y poderosos que les pueden garantizar, inclusive, la conocía mordida que se maneja tras bambalinas,

De allí que nos hacemos la pregunta con la que comenzamos este comentario ¿Y AHORA QUE?. Que podemos esperar los peruanos en los próximos días. La respuesta es aún más patética. Nadie sabe nada y nadie puede adelantar nada. Que Dios nos proteja

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