Opinión

INFORME IPE

Afectación sectorial en Áncash

Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), a inicios de la cuarentena, entre el 50% y 55% del PBI se encontraba paralizado. Hoy en día, en el marco de la reactivación económica, se espera que 27 actividades vinculadas a cuatro sectores económicos: (i) Minería e industria; (ii) Construcción; (iii) Servicios y turismo; (iv) Comercio puedan reanudar sus operaciones sujetas al cumplimiento de protocolos de sanidad. Así, según la ministra de Economía, la paralización del PBI caería a 30% al final de la primera fase. En este contexto, se analizará a continuación el nivel de afectación de los diversos sectores de la economía de Áncash.

Nivel de afectación

El IPE propuso en su séptimo informe tres criterios para un plan de reactivación por sectores: vulnerabilidad por Covid-19, valor económico en riesgo y nivel de afectación por el Estado de Emergencia. Para cuantificar este último, se utilizaron seis indicadores. En primer lugar, el grado de paralización de las actividades del sector. Adicionalmente, se registran tres indicadores reportados por el Ministerio de Trabajo acerca del porcentaje de empresas y trabajadores afectados. Y, finalmente, otros dos indicadores que hacen referencia a la proporción de trabajadores en empresas de hasta 10 trabajadores -pues se entiende cuentan con menores recursos para sobrellevar esta crisis- y con contratos inestables -dado que cuentan con incertidumbre acerca de su futuro laboral-.

De esta manera, el IPE estimó que los sectores con mayor nivel de afectación congregan al sector restaurantes y hoteles, construcción, industrias manufactureras y otros servicios. Por su parte, entre los sectores con afectación media se encuentran las actividades inmobiliarias y empresariales, transporte, comercio, enseñanza y minería e hidrocarburos. Por último, los sectores con un bajo nivel de afectación comprenden la administración pública, intermediación financiera, pesca, servicios sociales y de salud, electricidad, agua y gas, además de actividades agropecuarias.

En Áncash, el 23.4% de trabajadores formaría parte de los sectores con más alta afectación (144 mil personas). De este total, el 82% se desempeñaría bajo una situación de informalidad, por encima del promedio de la región (80%). Asimismo, el 80% estaría empleado por una micro o pequeña empresa, frente al 77% del promedio regional. Entre tanto, la proporción de trabajadores de los distintos sectores es similar, siendo el rubro hoteles y restaurante el que congrega a una mayor cantidad de personas (43 mil).

Por su parte, el 30.7% de trabajadores pertenecería al grupo medianamente afectado y el 46%, al grupo levemente afectado. Cabe destacar que el 38% de la PEA ocupada forma parte de la fuerza laboral del sector agropecuario, así pues, 232 mil trabajadores de la región habrían mantenido sus actividades, pese a algunas dificultades para el transporte de los productos, dada su condición de informalidad.

Reanudación de actividades

En línea con lo anterior, el IPE señala que las medidas de reactivación deben priorizar aquellos sectores con bajos niveles de riesgo de contagio por Covid-19 y con alto valor económico o alto nivel de afectación.

En ese sentido, las actividades de diversas unidades mineras se reanudarán luego de presentar los protocolos respectivos. En el caso de Áncash, el sector minero representa el 47% de su PBI, por lo que el reinicio de sus operaciones generaría un impulso para su economía y el aseguramiento de empleos directos e indirectos. Adicionalmente, la ministra de Producción, Rocío Barrios, indicó que se encuentra en evaluación la autorización de pequeños restaurantes –los cuales cuentan con un alto grado de afectación-. No obstante, la alta informalidad de este sector en la región (88%) complicaría la supervisión y monitoreo de las medidas de sanidad.

IPE

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