Por: Víctor Alejandro Sichez Muñoz (*)
Al detectarse el primer caso de Covid-19 en nuestro territorio, el Gobierno que encabeza el presidente Martín Vizcarra decretó el estado de emergencia sanitaria a nivel nacional, mediante el cual empezó a regir el aislamiento social obligatorio que restringió la circulación de personas y automáticamente la paralización de la mayoría de las actividades económicas.
La cuarentena ha hecho que las empresas dejen de producir, lo que ha conllevado a disminuir su liquidez principalmente las Mypes, muchas de estas empezaron a sufrir los impactos económicos del Covid-19, los hábitos de consumo de los peruanos comenzaron a cambiar, y muchas de estas empresas vieron reducidos sustancialmente sus ingresos,ante esta situación los representantes del sector empresarial manifestaron que la salida es reducir o cerrar operaciones y dejar de pagar a trabajadores (acogiéndose a la suspensión perfecta de labores), proveedores, reprogramar sus deudas con los bancos y fraccionar el pago de sus impuestos.
En este contexto, el Gobierno público el Decreto Legislativo N° 1455 que crea el programa “Reactiva Perú” que tiene por objeto garantizar el financiamiento de la reposición de los fondos de capital de trabajo de empresas que enfrentan pagos y obligaciones de corto plazo con sus trabajadores y proveedores de bienes y servicios y sostener la cadena de pagos de la economía, pero la mayoría de las Mypes se mantienen al margen de esta inyección económica necesitan urgente oxígeno para preservar su existencia. El programa de Reactiva Perú debió financiar en forma justa y equitativa a grandes empresas, así como a las Micro y Pequeñas Empresas, dado que el impacto de la crisis ha escalado a todo nivel. Se debe tener en cuenta que las Mypes en su mayoría cuentan con recursos limitados y son unifamiliares creadas con el fin de subsistir en el sistema económico, teniendo en cuenta que hay 2.5 millones de Mypes en el país.
Al inicio del Programa “Reactiva Perú”, el propósito del gobierno era inyectarle dinero a la economía y la idea era garantizar la mayor parte de los créditos al 100% a las empresas en por lo menos a 350,000 mil, de las cuales se esperaba que 314,000 mil sean Mypes. Pero la realidad es otra solo 64,000 mil fueron Mypes una cifra distante al propósito, que equivale al 3.9% del fondo del programa, en cambio a las grandes y medianas empresas les correspondió el 96.10 %, que accedieron a préstamos de 10 millones de soles, cada una, de bancos privados con garantías públicas.
Si no hay ayuda del gobierno muchas Mypes estarán entrando a la informalidad ya que al no generar un sol desde marzo día que comenzó la cuarentena y no contar con ingresos suficientes para costear alquiler de local, pagos de servicios (energía eléctrica, internet, agua) y mano de obra, que es una realidad ajena de los autoridades o están esperando que entren a UCI para recién querer salvarlo.
Ojala que el Reactiva II llegue rápido, priorizando el financiamiento a las Mypes, que accedía al sistema bancario con tasas de 30%, 40% y hasta 50% de interés. Ahora (con Reactiva Perú) es entre 1% y 2,6% de interés, según el MEF. Y con un periodo de gracia de 12 meses y no romper la cadena de pagos, porque necesitamos que todos sigamos crediticiamente sanos.
(*) Doctor en Contabilidad y Finanzas
Magister en Gestión Pública, Docente Universitario.