También condenaron a contrincante:
La disputa de unos terrenos en una invasión en la zona de PPAO en Nuevo Chimbote, que terminó a golpes y balazos, terminó por cambiarle la vida a un efectivo policial y a un avezado sujeto, pues inicialmente fueron a la cárcel con prisión preventiva, pero ahora, tras culminar el juicio oral, recibieron condena efectiva y prolongarán su estadía en el Penal de Cambio Puente.
El efectivo policial Christian Paul Fernández Cedamanos fue condenado a seis años de cárcel tras ser hallado responsable del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio simple en grado de tentativa, en agravio de David Daniel Casahuamán Velásquez, un sujeto con amplio prontuario policial que ha terminado perdiendo la vista y con dificultades para caminar.
La segunda sentencia condenatoria en este proceso penal fue para Giancarlo Anderson Espinoza López, a quien se le impuso 5 años, un mes y veintitrés días de cárcel por el delito de tenencia ilegal de armas de fuego y municiones.
Según la Fiscalía, Espinoza López, luego de ver herido a su amigo Casahuamán Velásquez se apoderó del arma de fuego, disparó contra el efectivo policial y huyó del lugar, pero fue apresado minutos después por efectivos del Escuadrón de Emergencia.
La condena fue emitida por el Juez Juan Gabriel Pedreros Vega del Cuarto Juzgado Penal Unipersonal de la Corte Superior de Justicia del Santa, tras concluir el juicio oral y escuchar los argumentos de todas las partes procesales.
Para dicho magistrado quedó probado que el 28 de abril del año 2019, en el sector de Tangay Bajo, Ppao, en el distrito de Nuevo Chimbote, alrededor de 50 personas invadieron un terreno privado y a partir de allí se produjeron grescas, indultos y disparos de bala.
Los invasores se dividieron en dos grupos que empezaron a enfrentarse. Uno de los bandos estaba liderado por Efraín Toribio Herrera, alias Bonet, quien estaba acompañado por el suboficial Christian Paul Fernández Cedamanos, que vestía de civil. En el grupo opuesto se encontraba Giancarlo Anderson Espinoza López quien subió a una loma y efectuó dos disparos al aire, con un revólver, sin tener una licencia para portarlo poniendo en riesgo la vida de los presentes.
En ese ínterin, el policía Christian Paul Fernández Cedamanos desenfundó su pistola e hirió de un disparo en la pierna a David Daniel Casahuamán Velásquez, ocasionándole una fractura del fémur. Al ver al sujeto desplomado y con el arma fuera de su mano, el efectivo se acercó a cuatro metros e inexplicablemente le disparó en la cabeza. El disparo ingresó por el ojo derecho, dañando de tal manera el cerebro que le ocasionó ceguera total permanente.