Editorial

::: UNA PROTESTA PECULIAR :::

Los trabajadores y el personal médico y asistencial del centro de salud “Yugoslavia” decidieron iniciar una protesta con plantones y la restricción de la atención a los pacientes, con la finalidad de exigir al gobierno regional la ejecución de un proyecto de remodelación de su diezmada infraestructura.

Los manifestantes se mostraron dispuestos a todo, advirtieron que no dejarán esta protesta hasta que se aprueben los proyectos y se firmen los documentos que garanticen la ejecución de las obras que requiere su establecimiento.

En tal sentido, decidieron restringir la atención al público y la limitaron solo a los casos de emergencia y la admisión de las gestantes que se encuentren en las 35 semanas de concepción, lo que quiere decir que aquellas que no impliquen un caso de riesgo o urgencia sencillamente no las atenderían.

Cuando se trata de servicios de salud adoptar esta clase de medidas de protestas es muy delicado en la medida que podría provocar una situación irreversible, por ello es que apenas un día después se hizo presente la representante de la defensoría del Pueblo frente a las quejas de los usuarios que no hallaron atención.

Sin embargo, los trabajadores y médicos debidamente organizados explicaron que llegaron a este extremo en razón que desde hace años vienen demandando la ejecución de su proyecto de remodelación frente a las precarias condiciones en la que se encuentra su antiguo local, el mismo que está en condición de colapso.

Recordaron que la oficina provincial de defensa civil le ha negado la certificación porque tiene la condición de inhabitable, por ello es que gestionaron hace unos años la habilitación presupuestal y la tuvieron a través del PRONIS que es el organismo competente en los proyectos de infraestructura de sistema de salud del país.

El representante de los trabajadores y médicos del mencionado centro asistencial estaban convencidos que su ansiado proyecto estaba encaminado en la medida que este organismo había fijado el presupuesto en 44 millones de soles y ya contaba con el expediente técnico, sin embargo, hace dos años el gobierno regional solicitó ser la unidad ejecutora y ahí comenzaron los problemas.

Afirman que desde que ha llegado el expediente a manos de la entidad regional no observa avance alguno, por ello es que se han visto precisados a tomar esta medida de fuerza a pesar que son conscientes que podrían afectar a sus pacientes.

Quienes residen en el distrito de Nuevo Chimbote desde hace décadas, conocen los problemas serios de infraestructura de este centro de salud al que, comúnmente, se le identifica en las calles como “Yugoslavo”, saben que sus viejas instalaciones datan de la década del 70.

Después del terremoto y ante las graves falencias de infraestructura de salud y educación, países amigos colaboraron con nuestra patria e invirtieron en la construcción de colegios y hospitales, entre ellos el gobierno de la desaparecida Yugoslavia manejada por entonces por el sempiterno General Joseph Broz Tito.

Ellos construyeron en Nuevo Chimbote un colegio y un establecimiento de salud que, en homenaje a ese gesto se les denominó con el nombre de ese país, el colegio república socialista Yugoslavia y el centro de Salud Yugoslavia, lo que quiere decir que esa infraestructura tiene cincuenta años.

Ya desapareció Yugoslavia, ya los centro de salud dejaron de ser simples postas, sin embargo, en Nuevo Chimbote parecen haberse quedado en la era de la carreta, de allí que la protesta de los empleados administrativos y asistenciales por la ejecución de su remodelación  se justifica por donde se mire.

Seguramente, no son las formas ni las maneras, seguramente se lesiona el derecho de los pacientes, se incrementa el riesgo de enfermos y parturientas, sin embargo, hay que reclamar a quienes se obligaron a ejecutar este proyecto que está colgado en los portales y que hasta el momento nadie ha explicado porqué se paralizó.

La gerencia de la sub Región Pacífico ha emprendido muchos proyectos paralizados, ha demostrado mejor manejo de estos temas que sus antecesores, de allí que podría revisar el proyecto y responder a los médicos y trabajadores cuando se molestarán en atender su petición. Es lo menos que se puede pedir para atender a quienes en este momento están en primera línea de la lucha contra la pandemia.