INFORME IPE:
La pandemia del COVID-19 ha impactado en el sistema educativo privado. Según la Asociación de Colegios Privados, alrededor de 2,000 colegios privados dejaron de operar debido a los altos niveles de morosidad, y se estima que un total de 5,000 colegios ya no abrirán el próximo año. Además, según el Ministerio de Educación (Minedu), más de 110,000 estudiantes se trasladaron de colegios privados a públicos. Todo ello representa un fuerte aumento de la demanda por educación pública.
Por otro lado, en los primeros meses de cuarentena, miles de peruanos migraron de vuelta a las zonas rurales. Según Hugo Ñopo, investigador principal de GRADE, esta migración implica un flujo de peruanos que antes asistía a colegios en zonas urbanas y que ahora demandará educación en colegios de zonas rurales. Ello pone en cuestión la capacidad del sistema educativo para atender a esta nueva ola de estudiantes. En ese contexto, resulta relevante analizar la situación del sistema educativo de Áncash.
Panorama regional
Por un lado, la asistencia escolar ha ido en aumento en los últimos diez años. Según el Índice de Competitividad Regional (INCORE) del Instituto Peruano de Economía, a inicios de la década, menos del 85% de niños asistía a la escuela inicial, primaria o secundaria. En el 2019, esta cifra alcanza el 92.3% a nivel nacional y 93.3% a nivel regional.
Sin embargo, estas cifras se verán afectadas por la actual deserción escolar. Según el Minedu, alrededor de 230,000 estudiantes a nivel nacional dejaron de estudiar este año. Ello sin contar a los más de 200,000 estudiantes de secundaria que no están recibiendo clases a pesar de estar matriculados.
Por otro lado, la infraestructura educativa no ha mostrado mejoras. En 2016, la proporción de colegios de Áncash con acceso a los tres servicios básicos (electricidad, agua y desagüe) alcanzó el 69.3%. Sin embargo, en los últimos años esta proporción ha disminuido. Así, en 2019 solo el 50.2% de colegios de la región tenía acceso a servicios básicos. Aún más, este porcentaje cae a 44.8% en escuelas públicas, según cifras del Censo Educativo.
Esta deficiencia en infraestructura dificulta la posibilidad de retornar a las clases presenciales. Según un informe de las Organización de las Naciones Unidas (ONU), la principal condición para reabrir las escuelas es garantizar un entorno seguro en el que se cumpla el distanciamiento físico y se implementen las medidas sanitarias necesarias, como el frecuente lavado de manos.
Finalmente, frente a la difícil situación que atraviesan los colegios privados, Hugo Díaz Díaz, especialista en políticas educativas, recomienda apoyar a estos colegios para que puedan invertir en tecnología, capacitar a sus docentes y cumplir con las medidas de seguridad sanitaria cuando se retomen las clases presenciales.