Jesús Inga Morillo no es colombiano como en su momento la policía informó de su captura, es un chimbotano al que la justicia chilena buscaba por estar implicado en el crimen del también peruano Andrés Ricardo Andrade Ramírez perpetrado el año 2012 en Santiago de Chile respecto del cual ayer se realizó una audiencia en el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria Transitorio de la Corte Superior de Justicia del Santa.
En esta audiencia el juez Javier Carrión Basauri formuló preguntas al procesado lo mismo que hicieron el fiscal y su abogado defensor, siendo el denominador común negar el cargo formulado en su contra además de alegar que nunca supo que era investigado por homicidio.
Tras el interrogatorio, el magistrado ordenó que en el más breve plazo todo lo actuado sea remitido junto con el detenido a la Corte Suprema de Justicia de la República para que en un plazo máximo de 15 días determine si procede el pedido de extradición planteado por su par de Chile.
Entre el público asistente a la audiencia pública estaba presente la madre del investigado quien no pudo evitar derramas algunas lágrimas por la situación que atraviesa su vástago.
La imputación contra Jesús Inga es haber apuñalado varias veces a la salida de una fiesta a quien era su vecino en el mismo barrio del distrito Comuna Recoleta de Santiago y que diez días después perdiera la vida en el hospital a donde fue llevado, en tanto que el presunto autor del hecho abandonó el vecino país del sur para retornar a Chimbote.
Pero sus días de libertad llegaron a su fin el 30 de marzo pasado cuando en mérito a una orden de captura internacional expedida por el Tercer Juzgado de Garantías de Santiago, fue capturado en el poblado de Tamborreal, en el distrito de Santa donde permanecía oculto.
En Chile, Inga Morillo se enfrenta a una pena de cárcel que oscila entre 10 y 15 años, según su Código Penal.
Audiencia de extradicción a Jesús Inga Morillo ayer en Corte del Santa.