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CONDENAN A DUEÑA DE PERRO PIT BULL

Hecho sin precedentes se dictó ayer en Corte de Justicia del Santa:

  • Fiscal Angélica Bayes consiguió que se dicte 1 año con 6 meses de prisión suspendida contra María Corales, dueña de la perro pitbull que desfiguró el rostro de un menor de 11 años.
  • Se le fijó el pago de una reparación de 20 mil soles, si no cumple, la pena podrá ser variada y convertida en efectiva, con lo cual Corales Aranda podría terminal en el Penal de Cambio Puente.

La dueña del perro pit bull que cercó parte de la oreja y la cara de un niño de 11 años de edad, fue condenada a 1 año y 6 meses de pena privativa de la libertad suspendida, sin embargo, si en dicho plazo no cumple con pagar los 20 mil soles de reparación civil que se le fijó, podría terminar en la cárcel.

Así lo determinó el Juez Penal Unipersonal Julio César Cáceres Haro al concluir el juicio oral y dictar los lineamientos de la sentencia, advirtiendo que el Ministerio Público, representado por la Fiscal Angélica Bayes Antúnez había logrado romper la presunción de inocencia de María Emilia Corales Aranda respecto al delito de lesiones culposas graves.

María Emilia Corales Aranda, era la dueña del perro pitbull que desfiguró el rostro de un menor de 11 años en el A.H “Los Balcones de Chimbote”, quien resultó con heridas de suma gravedad con la secuela de desfiguración de su rostro.

Los hechos ocurrieron el pasado 5 de febrero del año 2019, cuando el menor agraviado de nombre Kevin (11) se encontraba jugando cerca de su casa en la zona conocida como pampa de arena que es usada como área de deporte en el A.H “Los Balcones de Chimbote” (adyacente al P.J San Pedro).

En esas circunstancias, dos menores de 14 y 7 años, paseaban a sus dos perros, ambos de raza American Pitbull Terrier, de nombre “Nala” y “Timoteo”, sin las medidas de seguridad suficientes, es decir, no les habían colocado el bozal a efectos de evitar que por alguna razón ataquen a una persona.

Fue la perra “Nala” quien se soltó de la correa y al advertir la presencia del menor Kevin (11) que jugaba con un amigo de la misma edad, lo atacó en el rostro, ocasionándole diversas heridas y cortes en una de sus orejas.

Tras un largo proceso penal, finalmente María Emilia Corales Aranda fue considerada como responsable del delito de lesiones culposas graves por no haber tomado las medidas de seguridad y protección antes de autorizar que sus hijos saquen a pasear a sus mascotas.

Producto del ataque del animal, el menor fue sometido a tres cirugías para recomponerle el rostro y el animal fue entregado inicialmente a la perrera municipal en la medida que muchos demandaban que fuera sacrificada, pero finalmente fue rescatada por un grupo de animalistas que se comprometieron a criar a “nala”, salvándola de ser sacrificada.

Esta condena constituye un importante precedente para este tipo de situaciones donde los dueños de los animales deben asumir el cuidado de sus animales, bajo responsabilidad de asumir las consecuencias penales y civiles que ello amerita.