Editorial

Editorial : ::: “CHOCALA PA’ LA SALIDA” :::

Cuando niños, en la dorada etapa escolar, muchos hemos sido protagonistas de discusiones y pugnas entre adolescentes por “quítame esta paja”, las cuales se tornaban en discusiones agrias que derivaban en el famoso reto aquel de “chócala pa’ la salida”, que significaba que alguien desafiaba a su contendor a pelear luego que culminen las clases.

Las clásicas redondelas de estudiantes entorno a dos contendientes terminaban cuando algún docente o el supervisor sorprendía a los peleadores y los llevaba a la Dirección en donde sus padres eran citados por razones de disciplina.

Aquella bravuconería de la adolescencia se repitió nada menos que en un Juzgado de la Corte Superior del Santa, en un recinto en donde se supone se dirimen las controversias con la ley en la mano, con la prudencia y con la inteligencia de un Juez que debe saber sopesar los argumentos de dos partes en conflicto.

Sin embargo, la semana pasada el Juez del Quinto Juzgado de Investigación Preparatoria de Chimbote, Dr. Roma Cruz Avilés, se equivocó de escenario y rememoró sus etapas de la adolescencia porque retó nada menos que al Fiscal a dilucidar la agria discusión en la que se enfrascaron, en el marco de un juicio, a través de una pelea a puño limpio, incluso, para no dejar duda de sus intenciones hizo el ademán de sacarse el saco para ponerse en guardia.

Este gravísimo incidente se suscitó luego que el Juez Roma Cruz Avilés sostuvo una abierta discusión judicial con el Fiscal Jaime Li García, quien le exigía que le permita apelar y fundamentar en el acto una resolución mediante la cual el magistrado había declarado infundado el periodo de prisión preventiva por robo agravado, sin embargo, esta petición era denegada.

El intercambio de palabras que en esta instancia se hace con argumentos legales, pasó a mayores cuando el Juez Roma Cruz Avilés ordenó que se apague el audio y vídeo, es decir, dispuso que se interrumpa la diligencia y virtualmente retó al Fiscal a salir fuera del despacho para seguir con la discusión, haciendo ademán de sacarse el saco.

Estos hechos no pudieron quedar registrados en el vídeo que capta todas las incidencias de una diligencia judicial, sin embargo, tiene como testigos de excepción a la asistenta judicial Karla Gamarra y el abogado de la defensoría pública, Omar Andonayre García, quienes no podían dar crédito a lo que estaba ocurriendo en el despacho del Juez y solo se limitaron a apaciguar los ánimos especialmente del magistrado que parecía que estaba fuera de sí y perdió el control por completo.

Cierto es que un hecho como éste no podía pasar desapercibido, de primera intención el fiscal advirtió que presentaría una queja ante la oficina distrital de control de la magistratura, empero, los medios de comunicación tomaron conocimiento que el incidente había motivado una reunión de urgencia en el despacho de la Presidencia de la Corte Superior del Santa.

En efecto, apenas un día después el titular de la Corte del Santa no solo confirmaba con mucho pesar y con evidente incomodidad este grave incidente y anunciaba que había derivado los antecedentes a la oficina de control a efectos que realice las diligencias que correspondan, pues había analizado el audio de la audiencia y todo indicaba que lo que se había revelado era cierto.

Ello porque en las imágenes se aprecia la actuación desaforada del magistrado ante la insistencia del Fiscal para fundamentar su apelación y la orden que dio al personal auxiliar para que apagara el audio y vídeo cuando ello solo se hace cuando concluye la audiencia y se señala la fecha para la siguiente audiencia, lo que indicaba que el magistrado había ordenado la suspensión de las grabaciones justamente para retar al Fiscal a pelear fuera del Juzgado como si estuviera en un callejón.

De la misma manera, la presidenta de la Junta de Fiscales del Santa, Dra. Nancy Moreno Rivera, se ha mostrado extrañada por la actitud del magistrado contra el fiscal de la causa y todo indica que su despacho coordinará con la presidencia de la Corte a efectos que en el futuro no se repitan estos incidentes o por lo menos que se sancione de manera ejemplar para preservar la idoneidad de la administración de justicia.

Justamente, esto último es lo que nos preocupa, que la majestad de la justicia se ha visto atropellada con la conducta insólita de un Juez que perdió los papeles cuando es el llamado a poner orden y tomar decisiones que redunden en la solución legal de los conflictos, un magistrado tiene que estar por encima de cualquier apasionamiento y está en condiciones de llamar la atención o apercibir a quienes le falten el respeto o rebasen su autoridad, pero de ninguna manera se puede poner a pelear o retar a alguien a dirimir sus diferencias a los puños porque, precisamente, tiene una investidura que está al margen de ello.

La verdad es que no existe antecedente alguno en el que un Juez de la República haya retado se haya liado a golpes con un Fiscal tras haber discutido por diferencias en los criterios que predominan en el desarrollo de una audiencia, a lo mucho lo que se ha registrado son posiciones drásticas que sancionan a un Fiscal, como el hecho que se registró con el Fiscal Laureano Añanca Chumbe que fue separado de un proceso por la Juez Elizabeth Zulueta Cabrera, en un incidente que en el curso de estos días debe dilucidar la Sala Penal pero que responde a criterios jurisdiccionales que se sustentan en la ley, mas no a posiciones necias o infantiles que desmerecen la administración de justicia.

Lamentablemente, este incidente está dejando una mancha en el desempeño de los magistrados y ello no debe permitirse, más aun cuando la ley orgánica del Poder Judicial, así como establece derechos y atribuciones a los magistrados, señala los casos de responsabilidad disciplinaria y entre ellas se ubica el abuso de las facultades que la ley establece respecto a sus subalternos o las personas que intervienen de cualquier manera en un proceso, justamente como ha ocurrido en este caso.

Aquello de “chocala pa’ salida” es solo para los palomillas no es propio de un magistrado, creemos que con incidentes como el registrado se atenta contra la respetabilidad de la administración de justicia y de ninguna manera puede quedar sin sanción.