Plan contaminación. La defensa técnica del prófugo de la justicia, Jack Castillo Castillo, buscó ayer por todos los medios confundir a los integrantes de la Sala Penal de Apelaciones respecto a la veracidad de los testimonios y las pruebas concretas que existen contra su patrocinado, quien en primera instancia, fue hallado culpable de haber ordenado la muerte del joven fiscal Luis Sánchez Colona.
La estrategia legal del abogado Carlos Vásquez Bayer se hizo evidente ayer, al instalarse la audiencia de apelación de sentencia en la Sala Penal de Apelaciones, que revisará el fallo emitido por el Juzgado Colegiado Supraprovincial Penal, integrado por los magistrados Fernando Joseph Arequipeño Ríos, David Aguilar Ponce y Patricia Peralta Gambini en contra de Jack Castillo Castillo, que lo condenó a 25 años de prisión y al pago de una reparación civil de un millón nuevos soles.
Vásquez Boyer, abogado trujillano quien anteriormente asesoró al prófugo expresidente regional de Ancash, César Álvarez Aguilar, hizo gala de su experiencia en técnicas de litigación oral, para buscar contradicciones entre dos testigos claves en la identificación del sicario que acabó con la muerte del Fiscal Sánchez Colona, su padre Luis Octavio Sánchez Gamarra y el efectivo policial Vicente Ferrer Recalde.
A Luis Sánchez Gamarra, al que pidió que la Sala Penal de Apelaciones lo considere como testigo hostil (aquellos que al dar testimonio suelen perjudicar con sus respuestas el caso de la parte cuyo letrado está interrogando), le preguntó desde el momento que escuchó el disparo hasta la forma como llegó hasta el lugar del crimen y de cuando vio al supuesto sicario retirarse corriendo, si recordaba sus características físicas, el tamaño de sus orejas, color de piel, entre otras interrogantes que pusieron de mal humor al padre del Fiscal, quien pidió que entiendan que perdió a su hijo de manera cruel.
A pesar que los magistrados de la Sala Penal de Apelaciones (Olga Vanini Chang, Carlos Maya Espinoza y Niczon Espinoza Lugo) trataron de calmar los ánimos del testigo y que responda puntualmente las preguntas y a la vez, emplazaron al letrado a que no insista con preguntas ya respondidas; la estrategia de Vásquez Boyer siempre estuvo dirigida en generar la duda y las contradicciones del testigo.
Situación similar ocurrió con el efectivo policial Vicente Ferrer a quien le preguntó si conocía a todos los delincuentes de Chimbote para que haya podido establecer que el tal “Cachete” que le mencionó una persona NN por teléfono, era efectivamente Richard Bracamonte Méndez. El efectivo policial se ratificó en que la Policía de Investigación Criminal apuntó a Richard Bracamonte porque sabían que tras salir de prisión había vuelto a delinquir.
Posteriormente el abogado Carlos Vásquez Boyer defendió la presencia de Andrés Mata Norabuena como testigo y dijo que aun estando en el vecino país de Chile (mostró un certificado de registro migratorio), tenía la voluntad de declarar vía teleconferencia. Este testigo deberá declarar las razones por las cuales acudía semanas antes del crimen del Fiscal a su despacho a preguntar por él, como haciéndole un reglaje.
Luis Sánchez Gamarra juramenta antes de declarar como testigo, ayer.