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¿SON LAS ELECCIONES UNA APUESTA A CIEGAS?

Votar es un derecho y eso nadie lo puede negar, en casi todos los países del mundo el voto para elegir los mandatarios de un país es permitido para toda la población mayor de cierta edad y cada voto tiene el mismo peso en el escrutinio. Aunque esto parece el sistema de votación más ideal, no todas las naciones lo comparten. Ciertos países tienen una democracia parcializada y otros una dictadura disfrazada de democracia. Aun cuando un país sea democrático y tenga elecciones limpias y transparentes, no hay garantía de que aun ganando el candidato por el cual haya votado cualquier ciudadano en particular, sea el más conveniente para esa persona.

Margen estrecho

En el país aproximadamente la mitad de la población ha votado por Fujimori y la otra mitad por Castillo, con una diferencia de menos del 1% en el conteo, lo cual indica que las presentes elecciones han sido una de las más reñidas en el país, por lo que no hay una expectativa clara de cómo va a afectar las actuales elecciones al país. De hecho, sería más fácil atinarle a una ruleta en casino.netbet.com.mx que adivinar si será beneficioso para el país el candidato elegido. Más allá de apostar el voto por un candidato u otro, lo que es realmente importante es que las personas sean autónomas e independientes del sistema político público nacional para quitarle peso a las medidas gubernamentales que podrían afectar al país en un futuro. Desde un punto de vista probabilístico es más sencillo apostar en una apuesta deportiva en sport.netbet.com.mx que votar en una elección.

Entre los peores presidentes

Muchos son los casos en los que una mala gestión gubernamental se hace evidente más allá de razones subjetivas, y es que siempre va a haber oposición a las ideas políticas del gobierno en el poder, sea cual sea el mandatario. Objetivamente se puede identificar claramente por lo menos un caso en el cual la ambición al mando ha sobrepasado los límites de la cordura. Adolf Hitler fue sin duda uno de los peores líderes políticos en la historia, se postuló en el Partido Obrero Alemán en 1919 (puedes ver más detalles acá) y fue elegido líder del partido en 1921 anunciando su candidatura para la presidencia en 1933 y ganando  fácilmente, puesto que no fueron unas elecciones limpias sino amañadas por banqueros y políticos importantes contrarios al poder oficial que había en aquel entonces. Si bien no fue un presidente electo por el pueblo, es un ejemplo de cómo a veces la elección es una ilusión creada por los que tienen poder y los que no tienen, ya que en aquel entonces la mayoría de la población no sabía lo que estaba sucediendo tras bastidores. En la actualidad se pueden presenciar diversos casos de dudosa democracia y de dictaduras que someten a su población a pobreza extrema justificándose en supuestos fallos de políticas externas, entre los países dictatoriales están Cuba, Venezuela, Corea del Norte y otros, por suerte acá en el Perú los organismos internacionales validan las elecciones ocurridas y ambos candidatos son coherentes en su discurso e intenciones para el país.