Fiscalía formula hoy requerimiento contra Moisés López Olórtegui:
- Fiscal Sara Chira Tello ordenó la libertad de Liz Analy Panduro Tanchiva (26), Angélica Dina Rojas Flores (19) y Nelsy Noel Cruz (20).
- Pero solicitó 9 meses de prisión preventiva contra Moisés López Olórtegui (24), autor confeso de crimen de Nadia de Munari.
La Fiscal Penal de Nuevo Chimbote, Sara Chira Tello liberó a las tres mujeres que permanecían detenidas por la muerte de la misionera italiana Nadia de Munari y solo formalizará cargos contra el asesino confeso Moisés López Olórtegui.
Anoche, la representante del Ministerio Público concluyó con las investigaciones preliminares y dejó en libertad a Liz Analy Panduro Tanchiva (26), Angélica Dina Rojas Flores (19) y Nelsy Noel Cruz (20), mientras que para el caso de Moisés López Olórtegui (24), autor confeso de crimen de Nadia de Munari, solicitará prisión preventiva.
Mientras tanto, ayer se conoció parte de las declaraciones que brindó el asesino confeso de la misionera italiana ante la Fiscalía.
“El 20 de abril a las 9 de la noche me encontraba acostado en mi cama pensativo porque desde hace mucho necesitaba un celular, entonces me acorde que en la casa hogar (Mamma Mía) dejan los celulares en la entrada de los dormitorios, por eso decidí ir porque se encuentra cerca de mi casa” inició el relato.
“Puse mi alarma a la 1 de la mañana, me dormí cerca de las 9:30pm y me levanté a la 1 de la mañana del 21 de abril, salí de mi casa con una mochila, que contenía un martillo para abrir las puertas y una linterna para alumbrarme. Estando en la casa hogar, afuera todavía, no tenía idea por dónde entrar por lo que me puse rondar, buscando por dónde entrar es así que ubique una puerta bastante accesible para trepar y logre entrar” agregó.
“Fui caminando a ciegas, revisando los cuartos, habitaciones y ambientes pero todos estaban vacíos hasta que llegue a una casa bien alta, busque una entrada pero todas las puertas estaban cerradas entonces busque la forma de trepar, encontrando un murito roto, así que por ahí me apoye para subir al techo. Logré ingresar por la lavandería, mientras caminaba me di cuenta que mis zapatillas hacían demasiada bulla, por lo que me las quité y la dejé en el piso de lavandería, luego sin zapatos, ingresé y vi en la puerta de los dormitorios dos cajas que contenían celulares, empecé a buscar aquellos celulares que no estuvieran con patrón o clave algunos estaban apagados y no lo prendí porque iban a sonar al encenderlos. De todos los celulares que revise, encontré sólo uno que no tenía contraseña, así que dije bueno me voy” añadió.
“Me fui al segundo piso para salir por donde había entrado, en esos momentos vi una luz prendida, entonces decidí indagar un poco por lo que subí hasta el tercer piso, estando allí vi que la luz era una vela de la capilla, ingrese me senté un rato y al salir observé una puerta junta, caminé un poco y pude ver por la luz de la luna que había un teléfono que se encontraba sobre un escritorio, tomé el celular con mi mano izquierda y la linterna alumbró toda la habitación, esto hizo que yo escuché el sonido de la cama, como que alguien se sentara, solté el celular, inmediatamente apagué mi linterna, pero la luz de luna que alumbraba reflejaba mi sombra, entonces una persona de sexo femenino grito fuertísimo, yo entré en pánico y lo que atine en agarrar el martillo y golpearla en la cabeza unas cuantas veces, ella se cubrió para evitar los golpes colocando sus antebrazos sobre la cabeza, esto lo sé porque escuché el mango del martillo chocaba con algo duro, luego se desvaneció en la cama con los brazos flexionados sobre la cabeza, pero también como quiera que yo escuché que ella empezó hacer ruido como ronquidos al respirar (como ahogamiento) decidí darle unos cuantos golpes más, salí de la habitación dejando la puerta entreabierta” finalizó diciendo.