En José Gálvez
Este tema lo hemos tratado en más de una vez, desde aquel mes de noviembre del 2019 cuando se hicieron públicas por primera vez las deudas de los clubes que estuvieron algún día en la Liga 1 y Liga 2 y que ahora se encuentran confinados en la Copa Perú. Nos referimos estrictamente al asunto José Gálvez FBC, pues ahora sus dirigentes han vivido en carne propia la negativa de la Safap ante un pedido para que extiendan un documento que les permita participar en la edición excepcional de la Copa Perú 2021.
“José Gálvez tiene un convenio firmado que no cumplió, por lo tanto, no puede tener ningún beneficio de refinanciamiento”, son palabras textuales de Jesús Gonzales Rentería que según él las pronunció Sandro Cavero de la Safap. Fue inflexible, pero ante nuestros pedidos aceptó, pero se debería dar una cuota del 10% de toda la deuda.
Imposible de cumplir. Cada vez que José Gálvez tenga que llegar por sus propios medios a las instancias mediáticas de la Copa Perú habrá esta deuda que está en la obligatoriedad ser pagada de otra manera el club no podrá participar en competencia oficial alguna. Está sentenciado a desaparecer.
Si retrocedemos un poco hasta noviembre del 2019, al darse a conocer las deudas de manera pública entrevistamos a Ramón de la Cruz Castillo, había sido presidente unos años atrás, y dijo que esa deuda conlleva a desaparecer esa razón social, en otras palabras el club, pues resulta impagable, salvo que llegue alguien y ponga el dinero de su bolsillo de manera generosa.
El tiempo ha pasado y en dos años nos hemos vuelto a encontrar con la misma circunstancia, es decir con la franja buscando volver, pero ahora con las bases obligando a los clubes a ordenarse y no tener deuda alguna en el sistema del fútbol peruano, por lo tanto el club chimbotano debe quedar de lado, en una competencia oficial.
Los actuales directivos han manifestado que harán reuniones y hasta una asamblea de socios para tomar decisiones de cara al futuro. Están en lo cierto, pero deben tener en cuenta que del padrón oficial de socios aproximadamente unos 140 o 150, normalmente llegan a reuniones 30 o 40 personas, son las van participar con toda seguridad.
Puede un club; que logra convocar unas siete mil o diez mil personas para un partido de fútbol; terminar como lo está haciendo José Gálvez?. Si eso es lo que está sucediendo, aquí. El club agoniza y el camino es desaparecer.
Pero, en medio de esta agonía hay un hecho que le da vida y es que cuenta con un patrimonio de 33 mil metros cuadrados, que le va permitir, si hay un trabajo eficiente de los directivos, tener bases para un futuro con un complejo deportivo soñado.
El asunto es que los directivos deben abocarse en estos meses a sanear el terreno que cuando ellos tomaron la decisión de tomar posesión se encontraron con la realidad que había alguien allí adentro, que dice que una parte le pertenece, pero que no muestra sus coordenadas, las inscritas en Sunarp.
Esa tarea es la que deben ocuparse en adelante. Hacerla bien de tal manera que, si la intención es supervivir en el futuro, participar en la Liga sin pretensión alguna, fomentar sus divisiones menores y hacer esa base que nunca hicieron. Por allí deben empezar. El objetivo es ese, no otro, deben olvidarse por ahora que van a ir a la Liga a campeonar, a buscar el título y seguir en la Copa Perú, por ahora sus prioridades deben ser otras, su patrimonio.
A estas alturas primero a sanear el terreno, pensar en el futuro complejo deportivo que caerá por su propio peso. Esas tareas es la que deben encargarse, no será fácil y mire como la pasan con 4 denuncias de por medio, denuncias gratuitas que nunca buscaron, pero que son realidad. (El Editor)