Opinión

LA PESCA EN CHIMBOTE

Por: WALTER MIGUEL QUITO REVELLO (*)

El miércoles 27 de octubre del 2021 juramentó la nueva junta directiva de AMARPES (Asociación de marinos de pesca para el consumo humano) entre reclamos por la injusta participación de trabajadores pesqueros en altura, la casi imperceptible presencia del Director de Produce Chimbote y los problemas de la pesca.

Para intentar comprender el problema de la pesca, primero vamos a su historia y el libro de Antonio Luna Neyra, Chimbote, nueva visión de su realidad regional, refiere sobre la pesca que: “Desde hace más de 40 años la actividad pesquera constituye la principal actividad económica de Chimbote. Al entrar en crisis se convirtió obviamente en su principal problema económico del cual se deriva la mayor desocupación y hambre existente en la provincia (…)” Habla de la depredación de la anchoveta, el apogeo del bonito 1942 y 1943, la industria conservera, la depredación del bonito 1950 al 1952, el BOOM de la pesca industrial en los años 50, los poderosos de la pesca como Luis Banchero Rossi entre otros temas. Que lleva a la imaginación la importante riqueza marina prácticamente depredada y que han dejado una hermosa bahía como la de Chimbote contaminada, y ahora escucho hablar de la pesca de altura. Como no hay que pescar cerca del litoral vamos más lejos.

Pero veamos el Plan del Gobierno Regional de Áncash 2019 – 2023 con relación a la pesca refiere: “La región tiene la actividad de la pesca como una de sus principales generadoras del VBP regional y en ello debemos hacer uso de los recursos hidrobiológicos, dotar de la infraestructura necesaria y promover el consumo a niveles del promedio mundial a fin de tener una niñez sana, una población nutrida y que sean aportantes de empleo, ingresos, tributos, etc. a fin de hacer de la pesca una actividad sostenible en el tiempo. (…)” Suena bonito pero es casi imposible de creer cuando en un plan de desarrollo no hay indicadores de cómo está la realidad actual y las metas que se desea alcanzar. Que hubiera sido interesantes que el funcionario de PRODUCE, en sus alocuciones nos hable de las Políticas del Gobierno Regional de Ancash, en concordancia con las leyes y las metas que tiene con relación a la pesca.

Por otro lado tenemos el Reglamento de Ordenamiento Pesquero del Recurso Atún, ROP, aprobado mediante D.S. 032-2003-Produce, que estableció en su artículo 9, apartado 4: “Los armadores de buques atuneros de bandera extranjera, deberán contratar como parte de la tripulación de la embarcación pesquera, personal de nacionalidad peruana en una cifra no menor al 30%, sujetándose al cumplimiento de las disposiciones que fueran aplicables conforme a la legislación peruana” También tenemos, el Decreto Supremo N° 017-2019-PRODUCE, que modifica el Reglamento de Ordenamiento Pesquero del Atún aprobado por Decreto Supremo N° 032-2003-PRODUCE: “Artículo 6.- DEL RÉGIMEN DE ACCESO A LA PESQUERÍA DEL RECURSO ATÚN, 6.5.1 (…) El permiso de pesca otorgado al armador de la embarcación pesquera atunera de bandera extranjera, comprende la obligación de entrega, como mínimo, del treinta por ciento (30%) de lo capturado o de la capacidad de acarreo de la embarcación, esto, durante la vigencia de su permiso de pesca y sus renovaciones, según corresponda. (…)” De la lectura solucionado el problema del hambre y la desocupación pero ¿Por qué no se refleja en la vida real? Lo que estamos presenciando, son leyes en blanco para depredar nuestra pesca de altura con la mentira de la cuota del 30% de trabajo y del 30% de producción para consumo. Siendo nuestra riqueza marina, los barcos que pescan en altura deberían ser de bandera peruana. Es ahí donde debería estar orientada la inversión con políticas precisas de parte del

gobierno. En donde la mayor parte de mano de obra debería ser peruana a excepción de algunas calificadas.

Estos son las leyes con relación al Atún, pesca de altura, pero en realidad hay muchas leyes más con relación a la pesca. Lo que demuestra que hay un desorden jurídico y que el tema de la pesca en el Perú no se ha tratado en base a su realidad para ser aprovechado sosteniblemente y contribuya al desarrollo de la región.

Para tener una idea de lo mal de nuestra política pesquera vamos a ver los datos de desnutrición en niños menores de tres años en Áncash en las estadísticas del INEI. El porcentaje de anemia en niños menores de 3 años, en el año 2019, en la zona rural de Áncash era del 52% mayor al de las zonas urbanas con un 32%. Para el año 2020, la diferencia en la prevalencia de anemia en el país a nivel de la costa era de 34%, en selva de 46% y en la sierra de 49%. Áncash arrojo un 38% de promedio, ubicándose por debajo del promedio nacional, refiere el INEI. Claro si considera que somos una región de la sierra pero si se considera a Ancash una región de la costa estamos por encima del promedio nacional. Lo curioso de este dato del INEI, es que en el año 2019 cuando estábamos a toda máquina en producción, el país, el promedio de la tasa de anemia en niños menores de tres años en Ancash era del 42% y en el año 2020 en plena pandemia, cuando se detuvo la actividad económica, la tasa de anemia baja al 38%. Entonces que siga la pandemia y en tres años desaparecemos la desnutrición infantil en nuestra región. Cifras más o menos, igual somos una región con un alto porcentaje en desnutrición siendo un importante puerto pesquero que con nuestra anchoveta alcanzaría para combatir la desnutrición del país.

Frente a ello, la nueva Junta Directiva de AMARPES, tiene un reto titánico, defender los derechos del pescador y de la provincia del Santa con relación a la pesca. Si bien es cierto su razón es agrupar a marinos de pesca de consumo humano ya sea directo e industrial. Su responsabilidad como ciudadanos, pescadores, chimbotanos, conocedores del tema los obliga a contribuir con el desarrollo del país y ver el problema de la pesca en su conjunto.

En conclusión, sin ley y ahora con leyes se depreda nuestro mar. Nos roban el 30% de la pesca para el consumo y el 30% de la mano de obra de pescadores, ante un Gobierno Regional que tiene un Plan de desarrollo con relación a la pesca iluso. Es urgente ordenar la pesca en el país con una sola Ley y un solo Reglamento. Una política nacional de pesca. Un plan de desarrollo concertado, en donde la pesca, pueda coexistir con otras actividades como la industria y el turismo, en el país. Quizás, solo así, un día, recuperemos la Bahía de Chimbote que al menos mi generación solo por historia, fotos a blanco y negro, y por transmisión oral conoce.

Nepeña 31 de octubre del 2021

(*) Abogado CAS 2748

DNI 32950023

Cel 944998355