¡Cuando no, Ancash!. Para cualquier región del país disponer de 1,387 millones de soles significaría la gran oportunidad de sus vidas. Una suma de esa magnitud permitiría la construcción de 718 kilómetros de pistas modernamente asfaltadas, así como 277 centros de salud de primer nivel y por lo menos 7 hospitales de segundo nivel como, por ejemplo, La Caleta.
Estas comparaciones no son ocurrencias antojadizas ni mucho menos. Son afirmaciones técnicamente probadas que ha formulado el ex Ministro de Economía David Tuesta en el transcurso del fórum “Desarrollo Territorial y Minería de Ancash” realizado los días 27 y 28 de octubre.
A pesar de haber tenido este dinero a su disposición durante los últimos cinco años como parte del canon minero, la región Ancash se ha dado el lujo de no utilizar ese cuantioso recurso y ha permitido que revierta al estado, dejándolo escapar como el agua entre los dedos.
Tal desenlace, como queda claro, no es porque falta dinero. La plata está ahí, a la espera de ser utilizada. Lo que falta de capacidad de gestión, empezando por la deficiente elaboración de los expedientes técnicos relacionados con los proyectos de inversión. Un expediente mal hecho y mal sustentado es un chivo expiatorio camino a la hoguera. Con todo lo que ha pasado últimamente en la gestión de los gobiernos regionales, sobre todo de Ancash, el gobierno central ya no está para permitir más corrupción y despilfarro.
De ahí que mucho antes de realizarse el fórum, surgió la iniciativa de crear una autoridad autónoma para utilizar los recursos del canon que no son utilizados y que a nivel nacional superan largamente los 30 mil millones de soles. Mientras los niveles de pobreza, desnutrición infantil y analfabetismo se mantengan como hasta hoy, no utilizar ese dinero en solucionar estos problemas equivale a un crimen de lesa humanidad.
De acuerdo con otra de las afirmaciones del ex ministro Tuesta, solamente en Ancash, entre los años 2004 y 2019, la actividad minera ha permitido que el índice de pobreza se reduzca del 62% al 18%. De no haber sido por la minería ese nivel sería actualmente del 43%.
Es este punto de visto el que tienen que enarbolar aquellos activistas que de la boca para afuera se oponen a la extracción minera. Y no solo eso. También deben exigir a los gobiernos regionales, municipalidades y demás instituciones receptoras del canon minero, una rendición de cuentas amplia y detallada. ¿Por qué tanto silencio?.
El canon no es para pagar planillas ni para transferirlo a otras partidas presupuestales. El canon, de acuerdo con su ley de creación, debe ser utilizado justamente para solucionar los problemas de salud, educación y bienestar de las familias más necesitadas que en el caso de Ancash la mitad de la población.