Editorial

¿ESTAMOS PERDIENDO SOGA Y CABRA?

Mesa técnica de Chinecas:

Conforme lo dijimos en este mismo espacio de opinión, el pueblo de Chimbote anhelaba fervientemente que la primera reunión de la mesa técnica de Chinecas, promovida por el gobierno regional de Ancash, cambiar por completo la historia de este proyecto de irrigación. Hasta ese día, todos confiábamos en que la reunión iba a servir para poner  punto final a todos los embalses del pasado y, después de treintaicinco años de espera, se abrieran las compuertas del futuro de Chinecas. Pero como ya lo hemos visto en anteriores oportunidades, nada de esto se ha conseguido. Todo se ha ido al agua.

Días antes de la fecha fijada para la reunión, los representantes de las juntas de regantes, quienes son miembros natos de la mesa técnica, ya habían salido a las calles para insistir en poner sobre el tapete de discusión el tema de la bocatoma única o compartida (con Chavimochic) como lo planteaba el proyecto original de Chinecas.

Sin embargo,  tanto los representantes del gobierno regional de Ancash como del propio proyecto de irrigación, adelantaron que el tema de la mesa técnica iba a ser únicamente dar a conocer las razones por las que se considera viable la construcción de una nueva bocatoma en Tablones Alto, y asimismo informar la puesta en marcha de los trabajos de mantenimiento del  actual sistema conformado por los canales Carlos Leigh e IRCHIM. Según ellos, ese fue el compromiso que asumieron ante el presidente de la república durante su reciente visita a esta ciudad.

Como se puede ver,  se trata de dos posiciones abiertamente encontradas y opuestas por el vértice,  las mismas que de ninguna manera alentaban la esperanza de llegar a un acuerdo de  consenso. Fue precisamente ante esta eventualidad que, desde estas líneas, invocamos que en el transcurso de la mesa técnica se hable con las palabras claras y en un mismo idioma.

Pero inexplicablemente la gota que derramó el vaso no fue ninguna de estas dos posiciones. Tampoco se produjo durante el durante desarrollo de la reunión. La gota que rebalsó la paciencia se produjo antes de que la reunión se diera por iniciada. Fue cuando el moderador, luego de pronunciar las palabras de bienvenida invitó a los participantes a firmar al acta de asistencia, un documento que por lo general se firma al término de las reuniones, donde además se deja expresa constancia de las conformidades y disconformidades. Hasta ahí nomás llegó todo.

De acuerdo con lo expresado por los agricultores luego de abandonar la reunión, la firma del acta hubiera significado el otorgamiento de la licencia social, llámese también conformidad,  con lo que se hubiera dado por aceptada la ejecución de la propuesta planteada por Chinecas y el gobierno regional. Si no nos equivocamos, esta maniobra equivale a dar gato por liebre y es la  misma que utilizó Alberto Fujimori para traerse abajo el proyecto original Chinecas con bocatoma única y embaucarnos con el denominado “Chinecas Reformulado”.

Aún así, lo que a estas alturas no deja de preocuparnos es el hecho de que los agricultores  fundamenten su posición en la ley 31345 que declara de interés nacional y necesidad pública la ejecución del proyecto Chinecas. Como sabemos,  las leyes declarativas no van más allá de ser la expresión de una buena voluntad, sin mayor asidero técnico ni legal. Pues no establecen cronogramas de trabajo, fuentes de financiamiento, ni organismos comprometidos. No son más que pajaritos pintados en el aire.

Finalmente, luego de esta frustrada reunión  solo queda flotando en el ambiente una  inquietante pregunta ¿no estaremos perdiendo soga y cabra?.