Editorial

SOÑAR CON VOLVER A EMPEZAR

La encrucijada de Chinecas:

Cuando faltan apenas diez meses  para el término de su gestión, el titular del gobierno regional de Ancash Ing. Henry Borja Cruzado ha invocado a los representantes de las juntas de regantes a participar en la mesa técnica del proyecto Chinecas, ello a fin de tomar acuerdos de consenso con relación a las obras de mantenimiento de la actual infraestructura hidráulica del proyecto  irrigador. Empleando un tono poco menos de dramático, el gobernador  regional ha reiterado que se requiere de ese consenso a objeto de poder contar con el apoyo financiero por parte del gobierno central para ejecutar dichas obras, como lo ofreció el presidente de la república durante su reciente visita a esta ciudad.

Estos trabajos se refieren concretamente a la rehabilitación tanto de las bocatomas La Huaca y La Víbora así como de los túneles que atraviesan los canales principales, ya que debido a la erosión y otros factores naturales el suministro de agua se ha reducido actualmente a 18 metros cúbicos por segundo, siendo necesario restablecer la capacidad normal de 35 metros cúbicos. Hasta ahí, todo estaría perfectamente claro.

Sin embargo, por lo que se podido conocer, la idea de los agricultores es otra. Después de todas las idas, vueltas y revueltas por las que ha pasado el proyecto Chinecas a lo largo de treintaicinco largos años, a estas alturas ya es difícil confiar en la palabra del gobierno regional por muy sinceras que éstas pudieran ser ahora. Ante este  panorama, existiría el consenso de esperar la elección en octubre de las nuevas autoridades regionales para entonces volver a empezar. Si ya se han perdido treintaicinco años ¿por qué no esperar diez meses más?.

Por lo demás, los trabajos a los que se ha referido el gobernador Henry Borja, en realidad no son nada nuevo. Como su nombre lo indica, son trabajos de mantenimiento que se programan y  ejecutan periódicamente y que, por lo tanto, no representan en lo absoluto ninguna novedad. Ni siquiera implican una ampliación ni mejoramiento del sistema hidráulico. Todo sigue siendo igual.

En ese sentido, los agricultores insisten en el cumplimiento de la Ley 31345 que declara de interés nacional y necesidad pública la ejecución del proyecto original Chinecas, aun cuando este dispositivo legal carece de todo asidero técnico, jurídico y administrativo. No establece plazos de ejecución, organismos responsables, ni fuentes de financiamiento. Todo no pasa de ser una utopía, un ramillete de buenas intenciones. En todo caso, haría falta una voluntad política sostenida y del más alto nivel, que por ahora, y tal como están las cosas, también es una utopía.

Para Chinecas, volver a empezar significaría en el mejor de los casos cinco años de estudios, otros cinco años  para la elaboración del expediente técnico, otro tiempo igual para la búsqueda y concertación de la fuente de financiamiento y finalmente cinco años más para iniciar su ejecución. En el mejor de los casos, estamos hablando de un mínimo de veinte años.

Si la espera de un nuevo gobierno regional y veinte años más de sueños adicionales, fuese algo que valen la pena, pues en buena hora. Pero en este momento, el mejoramiento de la actual infraestructura de riego es algo que no puede esperar más tiempo. Las cosechas no entienden de falsas promesas y postergaciones. Más vale pájaro en mano que soñar con volver a empezar.