- Testimonio de agricultor Alfonso Alvarado Llerena sobre la tormentosa experiencia que le tocó vivir.
“Como a las 2 de la tarde me invaden. De quince hectáreas que tenía me dejaron con 6”, recuerda mortificado y con rabia el humilde agricultor Alfonso Alvarado Llerena, sin olvidar a José Arturo Boluarte Gyllin, el Gerente de la empresa pesquera Casamar, quien intentó apoderarse de sus tierras a la mala en el 2011 en la zona esparraguera del distrito de Samanco en la provincia del Santa, Ancash.
El caso. “El 31 de julio del 2011, José Arturo Boluarte Gyllin ingresó al Fundo San Lorenzo de propiedad de Alfonso Alvarado Llerena, acompañado de siete sujetos desconocidos a bordo de una camioneta rural Jeep color verde Olivo (Placa: RIE 825), provistos de martillos, alicates, entre otras armas y procedieron a romper el cerco perimétrico, 80 metros de tubos de plástico de 4’’ y 70 metros de tubos de 2’’ que formaban parte del sistema de riego de las plantaciones de guanábana y espárrago de Don Alfonso, tal como se evidencia en el acta de constatación de daños y acta de constatación policial, además de la manifestación de dos testigos”, resume el Ministerio Público sobre los hechos.
Durante el juicio -uno de los 30 procesos que recuerda el agraviado-, José Boluarte negó toda responsabilidad sobre los hechos. Sin embargo, aludía que el Fundo San Lorenzo, que colinda con las pozas del complejo de Samanco donde se vierten los afluentes, era de su posesión y que todo era un “montaje escénico” del señor Alvarado, pues “el supuesto usurpado es el usurpador y la intención es de apropiarse de la estructura de la empresa Casamar”, según se lee en el expediente del caso.
La empresa Casamar, representada por el imputado, no pudo acreditar su posesión, ni los derechos de propiedad.
“El terreno estaba en proceso de trámite de titulación desde el 2005 y yo mantenía la posesión desde 1978. Pero pagaban a autoridades y hacían lo que querían. Había un Fiscal corrupto en Nepeña, Richard Contreras que nos hizo mucho daño a los agricultores y un capitán de la policía me dijo que le habían ofrecido dinero para apoyar al empresario, luego que le mostré mis documentos de posesión”, señala Don Alfonso remontándose al pasado.
Condena. El Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria y de Liquidación de los Procesos de la Corte Superior de Justicia del Santa, condenó a Boluarte con 3 años de pena privativa de la libertad en calidad de suspendida y al pago de una reparación civil de 3 mil soles por los daños ocasionados a la propiedad de Alfonso Alvarado Llerena.
Ahora, con la titulación de su predio agrícola, Alfonso Alvarado Llerena, puede respirar tranquilo y continuar su actividad diaria en el campo, donde aún mantiene la producción de espárragos. Y el nombre de Boluarte se mantiene vigente como un mal recuerdo y símbolo de la prepotencia y usurpación.
Implicados. Este habría sido uno de los tantos hechos cuestionables en los que se ha visto involucrado el fiscal Richard Contreras. Asimismo, el intento fallido de apoderarse del terreno de Don Alfonso es uno de los tantos líos judiciales que el empresario José Arutro Boluarte Gyllin, ha protagonizado. Según el agraviado, Boluarte, también tuvo problemas legales con la Municipalidad Distrital de Samanco, empresa azucarera Agroindustrias San Jacinto, Pesquera Diamante, Sport Chimbote y Pesca Perú.
“Esta actuación del señor José Boluarte es una muestra más de su proceder. Lo importante es que, finalmente, se impuso la justicia y se evitó que le sea arrebatada su chacra a un humilde agricultor de Samanco” afirmó el representante legal de GrupoMar, Fernando Moreno.