El director de la UGEL Santa ha dicho que son treinta, pero todo parece indicar que son más las instituciones educativas pertenecientes a esta jurisdicción que no podrán reiniciar sus clases en forma presencial debido a que las obras de reconstrucción o reparación de sus respectivos locales han sido abandonadas o no se han concluido a tiempo.
Si tenemos en cuenta que cada institución educativa alberga un promedio de 200 alumnos como mínimo, quiere decir que este año más de seis mil alumnos pertenecientes al ámbito de UGEL Santa tendrán que asistir a clases en aulas improvisadas o como encargados en otros planteles.
Docentes con amplia trayectoria en estos menesteres, se sorprenden por el hecho de haber llegado a este deplorable estado de cosas. Ellos afirman que la UGEL Santa, igual que sus pares de todo el país, tiene un área de infraestructura educativa encargada de evaluar en forma permanente el estado en que se encuentran, sin excepción, todos los locales escolares de su ámbito geográfico.
El personal que ahí labora está en la obligación de hacer un seguimiento de los trabajos de reconstrucción o reparación, no solo en lo que respecta a la calidad de la obra, sino también a los plazos de ejecución. Del seguimiento y de los informes que realice en forma esmerada este personal, dependerá que las empresas contratistas y las unidades ejecutoras cumplan al pie de la letra con lo que está escrito en los respectivos expedientes técnicos.
Solo así se puede evitar que las obras de reconstrucción de estos colegios terminen paralizadas o abandonadas, como estamos viendo por doquier y cuya relación ya resulta penosa tener que repetir.
Que más de seis mil estudiantes no puedan reiniciar sus clases presenciales en forma normal, dice mucho del desinterés que existe por parte de nuestras autoridades locales y regionales con relación al tema de la educación. Con más de treinta colegios abandonados o que se encuentran a medio concluir ¿cómo la educación de Ancash no va a estar en ruinas?