BEBE
Lo que ha ocurrido en el hospital La Caleta es uno de esos tantos hechos incomprensibles, en donde la indolencia y negligencia se dan la mano para hacer dudar a dos jóvenes padres de familia respecto a la paternidad de su hijo. Ello porque la denuncia de la madre es única y exclusivamente culpa de los trabajadores del llamado “hospital de los pobres”, ellos elaboraron el certificado de nacido vivo y ha sido en la posta de salud de santa en donde le tomaron las ecografías en la cual le adelantaban a la madre que la hija que esperaba sería mujer, curiosamente, como decía el certificado del nosocomio. Ahora bien, ¿es suficiente una ecografía para determinar con certeza el sexo del bebé? De ninguna manera, se han visto innumerables casos en los que los médicos se equivocan por la posición en que encuentran a los fetos en el vientre de la madre. Empero, en el caso del hospital La Caleta es sumamente delicado porque la madre dice haberse tomado las ecografías en el centro de salud de Santa, sin embargo, el Director afirmó anteayer que no existe ginecólogo ni ecógrafo en Santa, entonces ¿quien le tomó la ecografía a esta mujer?¿cómo es posible que la posta de salid expida una prueba sin que exista el especialista que se encargue de tomarla? Hay que tener en cuenta que este y el craso error en la elaboración del certificado de nacido vivo son los que hacen sospechar a la madre que podrían haberle cambiado al bebé, sin embargo, ayer se han realizado todas las revisiones del protocolo de los nacimientos y se trata indudablemente del hijo de la parturienta con lo que la ecografía se equivocó y alquilen terminó embarrándola en el mismo nosocomio. Ahora de todas maneras habrá que hacerse la prueba del ADN porque se ha dejado sembrada una absurda duda, de allí que en el mismo hospital deben investigar quienes incurrieron en estos errores y se tiene que sancionar porque no se puede jugar con los vínculos parentales de los padres.
EJEMPLAR
Si en la localidad de Ayacucho el Poder Judicial envió a la cárcel los cinco sujetos que violaron a una menor de edad luego de embriagarla, ¿Por qué en Chimbote no se debe envía al presidio y al reformatorio a los sujetos que han ultrajado a una adolescente en Cambio Puente?. Se trata de una violación masiva, un ultraje despiadado perpetrado por los cinco sujetos, entre los cuales habían tres menores de edad, lo que pone de manifiesto lo desviada y equivocada que se encuentra nuestra juventud. Si bien es cierto en Ayacucho se registró la muerte de la agraviada, ello como consecuencia de una infección generalizada producto del violento ultraje, no se puede esperar que muera una víctima para tomar medidas drásticas y contundentes. En este caso se debe dejar un precedente jurídico y por muy menores de edad que fueran los agresores, ellos deben pagar por lo que han hecho, pero estas medidas de seguridad para ellos y las medidas carcelarias para el mototaxista y para el cabecilla que aún está prófugo, deben ser ejemplares, deben difundirse de manera conveniente para que los jóvenes no piensen que por el hecho de no estar dentro del radio de acción del derecho penal, por ser menores de edad, pueden hacer lo que se les viene la gana. Lo que ha ocurrido es repudiable, no esperemos que los casos se agraven con la muerte de la victima para establecer un precedente categórico. La pelota está en la cancha de los jueces.
MALEANTES
Ya es momento de ponerle un alto al desorden que existen en las calles céntricas de la ciudad en donde cada quien hace lo que se le viene en gana. Hay colectivos piratas paraderos informales y gente que protege todo este negociado, por ello lo que ha ocurrido al promediar la tarde de anteayer lunes en la cuadra cuatro de la avenida Gálvez, en donde tres sujetos golpearon a mansalva a un agente del serenazgo que daba protección a la inspectora de transporte que llevaba a cabo un operativo contra estos paraderos informales, es la gota que ya rebasó el vaso de agua. Lamentablemente, los choferes se buscan gente maleante, sujetos belicosos, que suelten gritar e insultar para imponer sus caprichos, no tienen vergüenza para lanzar cada improperio, entre groserías y malas palabras que las profieren en presencia de mujeres y niños, nada los detiene, y, como se enfrentaron al sereno no vacilaron en agredirlo. Esperemos que las autoridades los envíen al Penal, no tenemos por qué seguir soportando a esta gente y mientras no se adopten medidas firmes contra esta gente, otros harán lo mismo.