Editorial

::: POR FIN SE ESCUCHÓ LA VOZ DEL PUEBLO :::

AA.HH. y Vía de Evitamiento

A iniciativa de la congresista  ancashina Kelly Portalatino, anteayer jueves  se llevó cabo una reunión con la presencia de representantes del ministerio de Transportes y Comunicaciones, de la empresa Autopistas del Norte, AUNOR (concesionaria del tramo de la Panamericana Paramonga-Salaverry),  y de los asentamientos humanos  de Nuevo Chimbote que se hallan a ambos lados de la Vía de Evitamiento. El objetivo de la cita fue, por fin,  escuchar el reclamo de los habitantes de esta zona densamente poblada, con relación al aislamiento que, paradójicamente, representa para ellos  la Vía de Evitamiento.

De acuerdo con este reclamo, que los pobladores dieron a conocer días antes a través de este medio de comunicación, la Vía de Evitamiento, tal como se viene ejecutando, no ha contemplado la habilitación de vías de acceso complementarias, tanto vehiculares como peatonales. Como lo han hecho notar, la falta de estas  vías pone en grave riesgo la interconexión que existe entre los pobladores de uno y otro lado de la vía; una observación oportuna e incuestionable que reclama ser escuchada y  atendida lo más antes posible.

Ha sido precisamente en atención a este reclamo que en el transcurso de la reunión se acordó la elaboración de un estudio técnico para incorporar en la ejecución del proyecto la habilitación de estas vías de acceso complementarias. En casos como éste, nada puede ser más saludable que corregir a tiempo los errores.

No obstante que la obra responde a un  antiguo clamor de la ciudad de Chimbote, se ha tenido que esperar más de quince años para que recién se haga realidad. Ésta, como se sabe, debió ser ejecutada directamente por el gobierno central a través de PORVÍAS a partir del año 2008, durante el segundo gobierno del ex presidente Alan García, pero no se hizo debido a ciertos imponderables  que surgieron en el camino. Uno de estos imponderables fue la necesidad de tener que expropiar terrenos agrícolas que se hallaban en el trayecto de la vía y que, aparte de fuertes sumas de dinero, demandó un engorroso trámite técnico y jurídico.

Durante la gestión de Ollanta Humala, lo único que se hizo en  medio de un gran despliegue publicitario fue la mediática colocación de la primera piedra a la altura del cruce de  Vesique y nada más que eso, ya que debido al tiempo transcurrido los estudios técnicos habían quedado desactualizados. Recién durante la gestión de Martín Vizcarra el proyecto de la vía fue destrabado y esta vez, en lugar de ser el gobierno central quien se encargue de su ejecución, ésta fue asumida por la empresa OHL, por entonces la primera concesionaria del tramo Paramonga-Salaverry.

Ha sido antes del 2020 cuando OHL transfiere la concesión  a AUNOR y se inicia la construcción de la vía que ahora está en camino de convertirse en una grata realidad. Aún así, lo que no se había previsto era la habilitación de vías auxiliares que permitan mantener la interconexión entre los asentamientos humanos de la zona conocida como “las 308 hectáreas”.

Gracias al reclamo de los pobladores y a la mediación  de la congresista Portalatino, la habilitación de estas vías va a ser considerada en la ejecución del proyecto, lo que quiere decir que, por fin, se ha escuchado la voz del pueblo.