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EMERGENCIA

Que se haya sofocado finalmente los tres incendios registrados en diferentes distritos de la provincia de Pallasca es una buena noticia, sin embargo, no se puede perder de vista el siniestro de similares connotaciones que sigue amenazando poblaciones en el distrito de Macate, que forma parte de la provincia del santa. Allí la cosa es bastante seria porque el fuego se ha iniciado en las partes altas de un enorme cerro y ha comenzado a descender por las laderas que está envuelta de vegetación, por plantaciones y arbustos que han crecido con la naturaleza. Los efectivos de los bomberos que fueron comisionados el último domingo para verificar la dimensión de este incendio debieron hacer un enorme esfuerzo solo para llegar a la zona del fuego, debieron caminar más de cuatro horas para poder acceder a una zona cercana y tener una visión del peligro y las amenazas que se ciernen sobre la zona poblacional de “San Juan” y las alternativas que existen para poder mitigar el fuego. Una de estas posibles soluciones se dejaron a las autoridades de Macate, en la medida que la ayuda del gobierno central puede demorar, lo que pueden hacer es establecer cuadrillas de trabajadores que hagan una zanja a lo largo de la ladera del cerro y prendan fuego a ella. No se pretende que generen otro incendio sino que la maleza y los arbustos se esa franja se quemarán y cuando el fuego llegue hasta ese lugar no podrá seguir avanzando porque no encontrará materiales conductores del calor que puedan seguir avivando las llamas. Ojalá que los pobladores puedan apelar a este sistema artesanal, al fin y al cabo los incendios forestales de los distritos de Pallasca han sido mitigados gracias a la intervención de los pobladores, lo que quiere decir que allí funciona eso de “la unión hace la fuerza”.

PARALIZADOS

El sistema judicial de Chimbote como de todo el país se encuentra paralizado. Los trabajadores judiciales han iniciado ayer una huelga nacional indefinida con la finalidad de presionar al congreso de la república a efectos que considere el pliego presupuestal presentado por el presidente de la Corte Suprema, en el cual se consideran los pagos pendientes de beneficios y mejoras salariales a la que aspiran en el 2017. Como suele ocurrir, en la comisión de presupuesto del parlamento suelen debatir los pliegos del sector público con una enorme tijera y siempre se terminan recortando con la finalidad de adecuar las cifras globales a todas las entidades públicas. En lo que respecta al Poder Judicial se ha adelantado que se disminuirá ostensiblemente las cifras que ha presentado la Corte Suprema, por ello es que los trabajadores se fueron a la huelga y amenazan con levantarla solo cuando se les considere los montos que se han requerido. También los trabajadores del Ministerio Público han iniciado una paralización de 72 horas que concluye el día de hoy, empero, han dejado abierta la posibilidad de sumarse a una huelga indefinida por los mismos motivos, por las asignaciones presupuestales que requieren para poder seguir prestando un efectivo servicio de justicia. En realidad los abogados y justiciables ya se acostumbran a tomarse vacaciones forzadas en estos meses porque todos los años se repite la misma figura, lo más cuerdo es que antes que se pongan en debate estos temas se reúnan los congresistas y los funcionarios de los sectores públicos para que se pongan de acuerdo y se eviten estas paralizaciones constantes que no perjudica ni a jueces ni trabajadores (ellos negocian los descuentos y cobran siempre puntualmente) sino a los litigantes. De estos últimos nadie se acuerda en estas huelgas.

CATEDRATICOS

En esta ola de huelgas, los docentes de la Universidad Nacional del Santa van cumplir un mes de huelga indefinida en demanda de la homologación de sus salarios. Así como la justicia, la universidad pública está paralizada en el país, en este caso los “catedráticos” exigen que sus sueldos se homologuen con aquellos que perciben los magistrados de la Corte Suprema de la República, pues así está contemplado en la ley universitaria. Seguramente, esa es una aspiración de la norma de hace más de 30 años, sin embargo, está lejos de toda realidad, ello significaría que habría que aumentar 10 veces los sueldos de los docentes universitarios y ello, antes que legalmente, es realmente imposible, el erario estatal no puede soportar una demanda de ese tipo, lo mejor que hubieran hecho los docentes es demandar un justo incremento antes que un imposible.