EL GOLPE
El miércoles 07 del 2022 quedará agendado en la historia, como aquel día que el Presidente de la República; Pedro Castillo Terrones, originó un golpe de estado que terminó en menos de tres horas. Ese día se iba a debatir la vacancia de Castillo Terrones en el Congreso de la República, pues está comprendido en una serie de denuncias fiscales por corrupción. A estas alturas, se trata de reconstruir los hechos y las versiones más cercanas, dan a conocer que tomó esas decisiones con un círculo muy cercano; porque incluso hasta su abogado no tenía conocimiento de los hechos. Ocurre que, a esas horas se iba conociendo las declaraciones de implicados cercanos en casos de corrupción y eso seguramente, lo llevó a tomar esas decisiones con la finalidad de buscar asilo internacional. Todos sabemos que Castillo Terrones es producto de un accidente, de esa manera irracional del voto peruano en el último lustro y las consecuencias las hemos visto en estos dieciséis meses de gobierno, donde se ha generado muchísimo daño al país. Lo cierto es que ese antivoto enquistado en la sociedad, es lo que produjo la presencia de Castillo en el gobierno, quien llegó convertido en un irracional para gobernar. Es el momento de terminar con esta crisis política. Se ha retrocedido demasiado, ya no se debe perder más tiempo. Se gobernó contra la corriente y eso debe terminar cuanto antes.
NO ES PERSEGUIDO POLITICO
De acuerdo a como se están desarrollando los acontecimientos, todo indica que el pedido de asilo fue concreto y que incluso, la visita del embajador mexicano ayer a Pedro Castillo, es el inicio de los trámites legales que se van a producir para que eso se concrete. Aquí viene los más importante, para que él salga del país debe tener permiso del gobierno, pues Castillo Terrones tiene investigaciones en curso por corrupción y ahora por sedición, tras haber provocado el golpe de estado; razón por la cual se encuentra detenido. No es un perseguido político como quiere dar a entender él y sus seguidores, es una autoridad investigada por corrupción, que es totalmente diferente, se tiene que entender que el asilo se otorga a los perseguidos políticos y él no lo es.
PROBLEMA A RESOLVER
Este será el primer tema espinoso para la nueva gobernante Dina Boluarte, quien ha pedido tregua cuando le han solicitado sus declaraciones sobre el nuevo gabinete, e incluso, esa tregua la solicitó el día que juramentó ante el Congreso de la República. Es un tema definitivamente complicado, pero que ahora ella, con la investidura que tiene, deberá resolver, al margen de lo que va a significar la elección del nuevo gabinete, pues el nombre de sus integrantes nos dará una idea de lo que va a significar el futuro inmediato de nuestro país.
HAY UN CASO PENDIENTE
Después de muchas dudas, finalmente las áreas respectivas de la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote, decidieron intervenir y retiraron esa estructura rustica que se ubicaba en un área pública al costado del restaurante “Mil Sabores 2”. En buena hora que haya aparecido y hayan impuesto autoridad, porque no se puede ser permisible con la ocupación de los espacios de vía pública. En Nuevo Chimbote, lamentablemente existe un caso que es una vergüenza para el distrito, y desafortunadamente ninguna autoridad local ha intervenido, a pesar de los pedidos de los vecinos. Nos estamos refiriendo al caso del restaurante “Rico Chimbote”, ubicado en las esquinas de las avenidas Anchoveta y Brasil de la urbanización Santa Cristina. Este negocio ocupa la vía pública desde hace más de treinta años y ahí continúa, a pesar que los vecinos están agrupados y han hechos los pedidos respectivos a la municipalidad. Nos vamos a seguir preguntando: ¿Habrá autoridad en Nuevo Chimbote? A raíz de los casos y hechos sucedidos, sobre todo con este restaurante “Rico Chimbote”, todo indica que no. Como también es cierto que los ocupantes de la vía pública alrededor del mercado Buenos Aires se encuentran ahí la misma cantidad de años que “Rico Chimbote” y tampoco les dicen nada. Lógicamente, el que ponga orden sufrirá las consecuencias en su popularidad, que muchos alcaldes no quieren tener.