Por: César Villón Ruíz (*)
– INCÓGNITA, cosa que se desconoce y se quiere averiguar lo desconocido.
Desde su origen el hombre en nuestro planeta tierra, pasando por sus cuatro edades: edad antigua, media, moderna y edad contemporánea. El hombre por antonomasia desde un principio, siempre ha sido su deseo por conocer la existencia de lo incognito, y de lo incognoscible; sabiendo que para estudiar o investigar los fenómenos vitales en su enorme complejidad, han despertado diferentes temas que han absorbido durante años al filósofos, físicos, educadores, economistas y sociólogos, y a todas estas investigaciones es donde nace la ciencia. Los hombres más felices y más útiles en nuestra comunidad, están formados de un conjunto armonioso en actividades intelectuales, morales y espirituales, es decir con espíritus positivos; y esos hombres con espíritu llegan a ser sabios, con una profunda verdad y honradez intelectual siendo su meta vivir en la verdad y luchar por la justicia, y aún así dar su vida por ella y tener la paz en su interior.
La incógnita del hombre es en nuestra sociedad, pocas veces escuchamos decir, aquel hombre o aquella mujer es inteligente; cuando en verdad, se ha perdido esa competencia de personas inteligentes, hoy en estos últimos tiempos donde más se escuchan o se leen y se ha universalizado es la maldad y la mentira en nuestro ambiente social: ¿en verdad estamos lejos de ser personas inteligentes? Yo, que escribo este artículo les digo que No. Empezamos que la inteligencia, depende en gran parte de la educación y el medio donde vivimos; nos preguntamos querido lector si nuestros padres y maestros fueron inteligentes en toda nuestra generación desde nuestros siglos pasados, y no vivir a sobre saltos y con la incógnita porque la maldad aflora en nuestro orbe (tierra). Entonces para que se crearon o se instruyó a los maestros, catedráticos, las bibliotecas, libros y revistas, si son medios adecuados para desarrollar nuestra mente. Aún en ausencia de los maestros porque no instruirse en leer libros días y noches como lo hace este autor, para luego tener la esperanza de vivir en un ambiente y con una sociedad inteligente; no solo buscando intereses personales en lo político, social y económico, más bien como un ejemplar haciendo bien común en tu país o en tu comunidad, entonces diremos en coro “un hombre inteligente”.
En la incógnita del hombre, en su origen en nuestro planeta tierra, no es enigma o un misterio, fue CREADO; la antropología, ciencia que estudia al hombre desde los puntos de vista biológicos en su presente y pasado, ha dividido al primer hombre de su creación, en un proceso de evolución al estilo de Carlos Darwin, el significado de la palabra Hominización al conjunto de fenómenos evolutivos que el hombre pertenece a la rama de los primates, de cuya evolución aparecen los primeros homínidos por sus caracteres con tendencia humana, en cuyo desarrollo entre 2 y 5 millones de años, llamándoles como: el Hombre Habilis hallado en Tanzania, el homo Erectus en el África, Europa y Asia; y por ultimo hallaron al homo sapiens en Alemania. Todos estos hallazgos descubiertos por los antropólogos y arqueólogos no más son locuras para contradecir a las sagradas escrituras La Santa Biblia, donde nos dice Nuestro Dios Jehová, el sabio creyéndose ser sabio se volvió necio negando que el hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza “varón y hembra los creo” Génesis capítulo 1, versículo 26 y 27. Querido lector, el hombre no es una incógnita en nuestro planeta tierra, somos hecho por amor de sus propias manos de nuestro padre Jehová; y como salvación para la vida eterna nos ha dado a su hijo unigénito llamado Jesús el Salvador de la humanidad. Querido lector nuestras vidas tienen un principio en Génesis y tienen un final en Apocalipsis; y las promesas en las sagradas Escrituras se cumplirán en la segunda venida de su hijo JESUS.
(*) Ex trabajador de Sima Chimbote