Como nadie lo esperaba, el proceso electoral realizado el pasado domingo para elegir a la nueva junta directiva de la Cámara de Comercio y Producción de la provincia del Santa, ha sido motivo de una gran sorpresa que ha repercutido dentro y fuera de la institución. Aun cuando se desconoce de manera oficial cuántos son los socios que actualmente conforman esta institución, no deja de llamar la atención el hecho que solamente cincuentaisiete de ellos hayan acudido a elegir a sus nuevos representantes. Los números dicen más que las palabras.
Fundada en abril de 1947 y en vísperas de cumplir setentaicinco años de vida institucional, Bodas de Diamante, la Cámara de Comercio es una de las instituciones más antiguas y de mayor arraigo que existen en Chimbote. Su nacimiento fue resultado del despegue industrial y comercial que vivió Chimbote por aquella época con la instalación de las primeras fábricas de conserva y harina de pescado, que se sumó a la producción de arroz y caña de azúcar en los valles de Santa y Nepeña. Despegue que pronto se dinamizó con la instalación simultánea de Sogesa, la Central Hidroeléctrica del Cañón del Pato y la puesta en operación del Terminal Portuario.
Fueron los forjadores de este movimiento industrial y comercial quienes, liderados por el recordado empresario Miguel Mohana Anser, fundaron la Cámara de Comercio. Desde un primer momento, esta institución empresarial ha sabido proyectarse a la comunidad, tanto así que ha incorporado a su rol institucional algunas inquietudes propias de la población chimbotana. Una de ellas fue la lucha por la creación de la Universidad Nacional del Santa, que se logró en diciembre de 1984 bajo la presidencia del empresario Enrique de la Cruz Meléndez.
Ha sido este rol institucional lo que la ha valido a la Cámara de Comercio para extender su representatividad en otras instituciones de la localidad. Actualmente tiene representantes en los directorios de Sedachimbote, Caja Municipal del Santa y Proyecto Especial Chinecas.
Ello no obstante, da la impresión que en los últimos años la Cámara de Comercio ha perdido el paso y la voz de otros tiempos. Ahora camina lentamente y su presencia en la comunidad, al menos en este momento, no es la misma de antaño. Después de haber tenido en sus padrones a más de cuatrocientos socios, llama a la reflexión el hecho que solo cincuentaisiete de ellos hayan acudido a elegir a sus nuevos dirigentes.
Eso quiere decir que la nueva gestión encabezada por el Ing. Gilmer Zavaleta Moreno, tendrá que desarrollar ya mismo una labor de reactivación integral, dentro y fuera de las paredes de la Cámara que le permita recuperar no solo el espacio sino también el espacio perdido. Al menos, eso es lo que la actividad comercial y productiva de Chimbote y la provincia del Santa esperan de esta institución.