Editorial

NUEVA OPERACIÓN CHAVÍN DE HUÁNTAR

Rescatando nuestro patrimonio cultural:

Como no podía ser de otra manera,  anteayer el pleno del Congreso de la República aprobó por mayoría absoluta el dictamen  que dispone la operación de traslado de la Estela Chavín, también conocida como Estela Raimondi, a su lugar de origen como es el museo Chavín de Huántar. Este se encuentra ubicado en la ciudad ancashina del mismo nombre, enclavada en parte oriental de la Cordillera Blanca.

Declarada patrimonio Cultural de la Nación, la estela Chavín es un monolito de 2 metros de altura  y más de 3,500 años de antigüedad, donde aparece tallada la figura de una divinidad con rostro y garras de felino. Por las características del tallado, su autoría recae en los antiguos  habitantes de este lugar, cuya influencia cultural se expandió a otros lugares de Ancash y el país.

Tras su descubrimiento  en  1860 por el sabio italiano Antonio Raimondi y con el fin de evitar que se mantenga expuesta a  las inclemencias de la lluvia y el tiempo, la estela fue trasladada al museo  Nacional de Arqueología y Antropología de Pueblo Libre,  donde se exhibe hasta este momento.

Desde hace ya buen tiempo, tanto en Ancash como en Lima y otras regiones del país, ha ido tomando cuerpo la inquietud orientada a devolver este invalorable tesoro histórico y  cultural a su lugar de origen;  iniciativa que en todo momento ha sido compartida por reconocidos historiadores e intelectuales de talla nacional, entre ellos el propio Julio C. Tello, Luis Lumbreras, Federico Kauffman Doing y últimamente Lorenzo Samaniego Román.

De acuerdo con el dictamen aprobado por el Congreso de la República, corresponde ahora a las autoridades del gobierno regional y de los gobiernos locales directamente comprometidos, adoptar las medidas y protocolos de seguridad que demandará el traslado de la Estela Chavín, entendiéndose que la principal responsabilidad recaerá en el Ministerio de Cultura.

Ello no obstante, después de haber permanecido 160 años en Lima, el retorno de la Estela Chavín plantea la necesidad de ir pensando en una campaña de concientización ante el impacto que este acontecimiento tendrá no solo para la revaloración cultural de la región sino también para el fortalecimiento del turismo Ancashino.  Si a eso sumamos la reciente declaración de Chankillo como Patrimonio Cultural de la Humanidad, resulta imperativo pensar en la oferta al turismo interno y receptivo de un nuevo circuito turístico que abarca la costa y sierra de Ancash.

Como bien lo ha establecido una serie de trabajos de investigación arqueológica, la cultura Chavín, también considerada como nuestra cultura matriz, abarcó la costa y la sierra de Ancash. Prueba de ello es el milenario templo Punkurí que se encuentra en el valle de Nepeña. No está de más recordar que la sorprendente red de galerías subterráneas que recorre el interior del Castillo Chavín de Huántar, inspiró la operación militar que en 1997 permitió el rescate de los rehenes de la embajada de Japón.