Cuando había transcurrido apenas poco más de una semana desde que el alcalde de Yaután sorprendiera a propios y extraños estallando en llanto por las amenazas que sufría en el ejercicio del cargo, otro burgomaestre ha formulado una denuncia similar y no ha ocultado sus sospechas respecto a las autoría de estos hechos.
En esta oportunidad ha sido el alcalde del vecino distrito de Coishco, Manuel Aldave Boyd, quien ha denunciado públicamente que es objeto de intimidaciones por parte de desconocidos que de manera cobarde le envían mensajes de texto o hacen llamadas anónimas a su teléfono celular para coaccionarlo.
Mostrando estas amenazas, el alcalde de Coishco ha señalado que estos mensajes no le exigen que pague algún cupo o entregue alguna prebenda, lo que buscan es que se aleje del cargo y por ello le advierten que tomarían represalias contra su vida y la de su familia, incluso, aluden a consecuencias fatales que han padecido otros alcaldes.
“Si no dejas el cargo te va a pasar lo mismo que al alcalde de Samanco, guerra avisada no mata alcalde”, dice el mensaje amenazante que se remonta a un hecho realmente trágico registrado el año pasado cuando sicarios dieron muerte al alcalde Francisco Ariza Espinoza en la localidad de Huacatambo y en cuya oportunidad asesinaron al abogado Henry Aldea Correa, quien se encontraba infortunadamente acompañándolo porque habían acudido a una diligencia en la Fiscalía de Nepeña.
Sin embargo, tal como también lo mencionó su colega de Yaután, el alcalde de Coishco no vaciló en señalar a los presuntos responsables de estas amenazas, precisando que existen enemigos interesados en desestabilizar su gestión como los promotores de su fallida revocatoria, ex autoridades del distrito y hasta trabajadores del mismo Municipio que vienen siendo investigados por malos manejos, lo que deja algunas pistas por hurgar.
El mismo día que se dieron a conocer la existencia de estas nuevas amenazas, el Jefe de la División Policial de Chimbote, Coronel Miguel Acuña Gallo, llegó al despacho del burgomaestre para expresarle su solidaridad y darle a conocer que se ha dispuesto no solo protección policial, sino que se ha desplazado un grupo de agentes para que inicien de inmediato una investigación a efectos de dar con los culpables.
Y es que la denuncia del burgomaestre de Coishco no tiene las mismas connotaciones de las que lo precedieron pues en este caso no existe lucro de por medio, no le exigen el pago de dinero para salvar su vida, solo tratan de amedrentarlo para alejarlo del cargo, lo que demuestra que es gente que no es lejana a su entorno la que pretende coaccionarlo por alguna razón.
Por ello es que los agentes que han iniciado las pesquisas se han dirigido directamente al Municipio de Coishco, han comenzado a indagar por el mismo Municipio porque entienden que este caso se encuadra más en un típico caso de coacción, es decir de una intimidación que tiene objetivos directos que tiene que ver con la función y las labores de la autoridad y no con el dinero.
Esta conclusión es válida en la medida que un acto extorsivo tiene una finalidad eminentemente lucrativa, busca que obtener dinero de otras personas a través de las amenazas, empero, en este caso no le exigen dinero al alcalde de Coishco como si lo han hecho, por ejemplo, con el alcalde de Yaután y de Nepeña que son los otros burgomaestres que recientemente han denunciado amenazas contra su vida.
Las amenazas que ha recibido el alcalde de Coishco tienen la misma naturaleza a las intimidaciones que le hicieron llegar a la alcaldesa de Macate, tratan de minar su paciencia y buscar que intranquilizarlos y desconcentrarlos del trabajo que realizan al frente de sus comuna, tienen ese ingrediente de la envidia y la venganza porque en su actividad no han accedido a alguna concesión o no han hecho lo que sus enemigos quisieran que hagan para perjudicarlos.
Precisamente, aun cuando puede pensarse que se trata de casos de menor importancia en realidad son los más controversiales y peligrosos en la medida que muchas veces la envidia y el recelo lleva a las personas a tomar medidas radicales, como ha sucedido en el Municipio de Casma o Samanco.
Recordemos que los entonces alcaldes en ejercicio, José Montalbán Macedo y Francisco Ariza Espinoza fueron cobardemente asesinados por sicarios con la finalidad de sacarlos del camino y para que sus sucesores asuman de inmediato el cargo y puedan obtener provecho del mismo.
En estos dos casos los investigados son los primeros regidores, como son Romel Meza Cerna, prófugo por el crimen de Montalbán Macedo, y Fanny Malqui Huaman, la sucesora de Francisco Ariza, aun cuando en este último caso se ha involucrado a los otros cuatro regidores del concejo municipal en la medida que los testimonios de los autores materiales señalan que ellos tenían pleno conocimiento del crimen y facilitaron las cosas para que se produjera.
De todas maneras, ambos casos aun están investigándose pero existen pistas que demuestran que ha sido la enfermiza ambición de quedarse con los cargos de los asesinados lo que ha llevado a los denunciados a contratar a sicarios para que eliminen a quienes consideraban un obstáculo en sus objetivos.
De allí que ha sido importante que la Policía haya reaccionado de inmediato no solo para disponer una adecuada protección al burgomaestre de Coishco sino para descubrir quiénes están realmente detrás de estas intimidaciones, si son trabajadores, políticos de otras tiendas, ex autoridades o si se trata de gente que solo trata de perturbar e inquietar al burgomaestre para perjudicar su gestión.
Todo es posible en este abanico de hipótesis de trabajo, sin embargo, ante la ola de denuncias de alcaldes, pues ya van cinco de la provincia del Santa que reciben esta clase de coacciones, es necesario que las autoridades lleguen hasta el fondo e identifiquen a los autores de las mismas, urge poner freno a la amenaza, no es posible que esta gente que se dedica a la táctica del terrorismo blanco venga ganando terreno y mantenga en vilo a las autoridades, perturbe su tranquilidad funcional, perjudique el avance de su comunidad y estos actos queden impunes. Es momento de sancionar a estos delincuentes.