Las cifras proporcionadas por los funcionarios de la Red de Salud Pacífico Sur respecto al crecimiento del mal del dengue en la vecina provincia de Casma resultaron una noticia de menor impacto frente a las revelaciones que hicieron los gremios médicos en relación a la falta de una adecuada política para enfrentar este mal y la carencia de líderes en esta titánica tarea.
Ello en razón que es el Ministerio de Salud quien dirige la política de lucha contra el mal provocado por los mosquito vector del Dengue, el sika y la chikinguya, y, lo hace por intermedio de cada una de sus dependencias que se manifiestan a través de las redes de salud y las direcciones de los hospitales y postas de salud en todo el país.
Sin embargo, en Casma esto no se viene manejando de una manera adecuada, por lo menos esto es lo que se colige de las revelaciones que hicieron la semana pasada el Decano del Colegio Médico – filial de Chimbote, Dr. Guillermo Barrantes Reyes y el presidente del Cuerpo Médico del hospital de Salud de Casma, Noé Alva de la Cruz, quienes señalaron que el propio director de este nosocomio, Rodolfo Maguiña Jara, ha sido afectado y es uno de los que padece este mal.
Los dirigentes médicos señalaron que los informes evacuados por el Instituto Nacional de Salud así lo precisan y no ocultaron su preocupación por este hecho que pone de manifiesto una falta de pericia y cuidado por parte de quien debería dirigir la política de prevención en su comunidad.
Los dirigentes fueron claros en señalar que esta situación se genera porque el Director del hospital de Salud de Casma no es médico, a pesar que las leyes determinan que para ejercer cargo se debe ostentar esta profesión y posición, señalando que el director es un odontólogo y ello explica cómo es posible que personalmente no haya podido prevenir el contagio de este mal.
No les falta razón a los dirigentes médicos en la medida que un médico es consciente de las formas de transmisión del mal y tiene que prevenirlas, más aun cuando estamos ante una enfermedad que no se propaga por contagio de persona a persona sino única y exclusivamente a través de la picadura del zancudo vector.
En tal sentido, el Director del hospital de Salud de Casma es quien dirige la política preventiva y no dice nada bien el hecho que resulte ser uno de los pacientes de este mal, pues solo a partir de este hecho ya podemos poner en tela de juicio la real dimensión de esta enfermedad en una localidad en donde se han registrado no solo casos de dengue común sino que se ha presentado el dengue hemorrágico.
Si el Director del hospital ha sido afectado por este mal debería estar en tratamiento médico como lo reciben los demás pacientes, empero, sigue en funciones y ello es lo que preocupa a los dirigentes del gremio médico en la medida que han surgido una serie de rumores en la vecina provincia en el sentido que el afectado no sería precisamente el director sino un familiar cuyo nombre habría sido remplazado por el funcionario por razones que solo ellos podrían explicar, especie que tampoco ha sido rechazada o desmentida a decir de los gremios médicos.
Si la semana pasada expresábamos nuestra inquietud por el hecho que la lucha contra el dengue se ha visto mermada en la vecina provincia de Casma por la carencia de un liderazgo en las entidades llamadas a responder los posibles brotes de estos males, en alusión directa a la presencia de un personaje sumamente conflictivo en la Red de Salud Pacífico Sur como fue Yonal Escalante Tarazona, ahora entendemos cómo es que esta labor no ha surtido efecto alguno el año pasado si tenemos en cuenta que el director del hospital de Casma tampoco es un profesional que reúne el perfil como para estar al frente de este trabajo que requiere experiencia y conocimiento.
Volvemos al mismo tema de siempre, es decir, a la politización del sector salud con nombramientos de personas que no solo no resultan idóneas para ejercer el cargo sino que no cumplen los requisitos que exigen las normas para estar al frente de los mismos, algo que se repite constantemente por que los nombramientos se gestan en una entidad eminentemente política.
Es el Gobernador Regional Waldo Ríos Salcedo quien nombró tanto a Yonal Escalante como a Rodolfo Maguiña, con los resultados por todos conocidos, la red pacífico sur se convirtió en una fuente de constante reclamos y protestas hasta la semana pasada que han decidido finalmente desembarcar al ex director, mientras que el hospital de Salud de Casma no ha podido hacer frente a los males que lo agobian porque carecía de los profesionales capaces de llevar adelante estas políticas.
Este caso nos traslada inmediatamente a un escenario similar registrado en las épocas que el ex Presidente regional César Álvarez Aguilar manejaba las entidades regionales a su antojo y no vaciló en inmiscuir la politiquería en los establecimientos de salud, llevó al hospital La Caleta a una enfermera a la que nombró directora haciendo tabla rasa de las normas y generando un conflicto laboral que perjudicó por casi a un año al denominado hospital de los pobres.
Años después el gobernador regional Waldo Ríos apela a este mismo sistema de nombramientos inadecuados y perniciosos que solo terminan perjudicando el trabajo institucional y ponen en serio riesgo la salud de la población, como en este caso lo advierten los gremios médicos.
Lamentablemente, el funcionario de la red Pacífico Sur, lejos de asumir el problema lo que hace es amenazar a los médicos con denunciarlos por haber revelado la identidad del Director a pesar que ello está prohibido, nuevamente se preocupan por el mensajero cuando lo que importa es el problema de fondo, no es posible que pretendan perder el tiempo en temas legales o judiciales cuando el dengue sigue avanzando en Casma y se requiere de campañas efectivas. Ante una preocupante coyuntura nadie puede irse por la tangente, los dirigentes médicos se han visto obligados a dar cuenta de lo que sucede en Casma para que se tomen correctivos, no para que pierdan el tiempo en acciones de otra índole. Lamentablemente, no hay dirección en la Región.