Editorial

Editorial: SOLO POR CUMPLIR :::

Las estadísticas suelen ser frías y exactas, no admiten justificaciones de ninguna índole, solo plasman los cálculos que arrojan los sondeos iniciales y en base a una muestra formulan un resultado que, de acuerdo a la práctica, solo tienen un margen de error pero son capaces de certificar posiciones.

Por ello es que los resultados que arrojaron los “Flash Informativos” de los diferentes canales de televisión con respecto a los resultados de las elecciones presidenciales  de ayer domingo solo confirmaron lo que ya se conocía, que la candidata de Fuerza Popular Keiko Fujimori sigue liderando las simpatías mayoritarias en electorado nacional y que tendremos que esperar unos días más para conocer quién será su rival en la segunda vuelta, tal como ya lo demostraban las últimas encuestas lanzadas una semana antes y que se consolidaron en el final de la campaña electoral.

Keiko Fujimori no solo confirmó ese liderazgo que mantuvo desde que se inició la campaña electoral y del cual nunca pudo ser desplazada pese al cargamontón que le hicieron desde todos los sectores políticos, sino que afianzó ese primer lugar con un porcentaje que ha superado los márgenes que le otorgaban las últimas encuestas públicas de las diferentes empresas de sondeo de mercado.

Sin embargo, la verdadera disputa está en el segundo lugar, en esa posición de privilegio que entrega a quien lo ocupe la credencial para intentar en una segunda vuelta llegar al sillón de la Casa de Pizarro y convertirse en el gobernante del país los próximos cinco años. Tanto Pedro Pablo Kuczynski como Verónica Mendoza no han podido celebrar nada hasta la medianoche de ayer por que el margen que los serpara es tan pequeño que se encuentran en lo que la estadística denomina como “empate técnico”, esa bendita palabra que no define absolutamente nada.

De acuerdo a algunas encuestadores, a través del llamado sondeo de boca de urna, la diferencia es de apenas seis décimas, mientras que otras señalan que es de uno por ciento, siempre a favor de PPK, empero, habrá que esperar el conteo oficial que realiza la ONPE para saber a ciencia cierta quien ocupó la segunda plaza y tendrá el derecho de disputar la segunda vuelta.

Hasta allí todo está claro, los que lo siguen solo han confirmado que ocupan plazas en el congreso de la república y que el candidato de Alianza Popular, Alan García Pérez, por lo menos ha superado la valla electoral que algunos decían que no podría pasar, empero, mantiene el porcentaje que siempre le dieron en las encuestas.

Los casos de Alejandro Toledo y Fernando Olivera quedarán solo para la anécdota política y estos comicios representan para ellos su adiós a la política, no solo porque han quedado sin inscripción electoral sino porque ya los ciudadanos están cansados de gente que solo ha demostrado que pretende vivir de la política.

Ahora bien, al margen de estos resultados que nos mantendrán a los peruanos a la expectativa por lo menos en esta semana que empieza, lo que no se puede soslayar es la actitud indiferente y desidiosa del electorado en las calles de Chimbote, una suerte de desgano que los llevó a salir de sus viviendas bastante tarde y generar congestionamiento en los centros de votación.

En esta oportunidad, y esto lo captaron no solo los reporteros sino quienes hemos acudido una vez más a las urnas, no se ha advertido la efervescencia y la buena actitud de los electores, ese conocido frenesí que se vive en estas fechas de elecciones y que los lleva a mantenerse expectantes de lo que ocurre a nivel nacional y de los resultados que se conozcan al cierre del sufragio.

Esa frialdad que no contrastaba con el clima soleado y caliente de la jornada dominical aquí en Chimbote llamó poderosamente la atención y encontró su colofón en una modificación que generó desconcierto en el electorado y muchas inconveniencias a la hora de ubicar las mesas de sufragio.

Nos referimos al cambio que decidió para estas elecciones la autoridad electoral al eliminar los grupos de votación y las mesas establecidas en el padrón de acuerdo al número que figura en la parte posterior de los DNI’s para establecer una mecánica que ha privilegiado el orden alfabético en la conformación de cada una de las nuevas mesas.

Esto dio lugar a que muchos electores, habitualmente acostumbrados a la distracción y el facilismo de ubicar sus mesas de acuerdo al DNI encuentren serios inconvenientes al momento de llegar a sus centros de votación, algunos ni siquiera se habían molestado en verificar a través de la información electrónica colgada por la ONPE los datos completos que ella proporcionó con la debida antelación y comenzaron a buscarlos recién ayer en el mismo Colegio.

Esto dio lugar no solo a incomprensibles reclamos de algunos ciudadanos sino a una congestión que afectó la buena marcha y el avance de los comicios en varios de los planteles de nuestra ciudad.

De todas formas el margen de asistencia se fue consolidando en la medida que pasaban las horas, se advirtió entre los ciudadanos su deseo de llegar a los colegios y emitir su sufragio, empero, la actitud que pusieron de manifiesto fue esa que nos llega a concluir que ayer asistieron solo por cumplir, con la finalidad de impedir que les apliquen una multa pero sin la convicción de elegir a la fórmula más adecuada.

Esperemos que esta modorra no se mantenga para la segunda vuelta en la primera semana del mes de Junio, sino que cambie esa actitud indiferente, que los electores tengan en cuenta que no se está definiendo una mera elección sino que está en juego el futuro del país, la necesidad de contar con gobernantes que garanticen un modelo democrático que ha resultado ser el más eficiente en todo el mundo.

Afortunadamente, el trabajo de las autoridades electorales, como la ONPE y el Jurado Nacional de Elecciones, por intermedio de sus brazos operativos que son las ODPE’s y los Jurados Especiales, ha sido efectivo, como también ha sido positivo el desplazamiento de las fuerzas armadas y fuerzas policiales para garantizar el desarrollo de los comicios. En estos casos no se han registrado inconvenientes y por ello queda esperar con mejor talante el desarrollo de la segunda vuelta electoral. Hay que cambiar de actitud ante la elección presidencial.