No sabemos si la sobresaliente intervención de la Fiscal Superior Nancy Moreno Rivera en la audiencia de apelación de la sentencia condenatoria dictada contra el alcalde Julio Cortéz Rojas pueda opacar las suspicaces actuaciones de fiscales que, dejando de lado su rol tuitivo con la sociedad, expiden disposiciones que resultan siendo un himno a la impudicia y solo desmerecen el concepto público de la institución.
Y es que lamentablemente, lo bueno y destacable que algunos Fiscales, como la Presidenta de la Junta de Fiscales del distrito fiscal del Santa, hacen con la mano otros Fiscales, como el cuestionado Risel Angel Chiche Flores, lo borra con el codo.
En efecto la semana pasada ha trascendido que el referido Chicle Flores, sin mayor sustento ni justificación ha solicitado el archivo de una investigación que se sigue contra el ex alcalde del distrito de Conchucos, en la provincia de Pallasca, Juan Miranda Tirapo y contra su ex tesorero Segundo Manuel Santos Espejo por delito de peculado en agravio del estado, pese a que existe pruebas concluyentes de la comisión del delito.
Este caso no es ajeno a la prensa, fue denunciado hace poco más de un año porque representó todo un escándalo al descubrirse que el ex alcalde giró dos cheques de cinco mil soles cada uno a favor de su hermano Marcos Evaristo Miranda Tirapo, sin que éste fuera funcionario, representante o tenga algún vínculo con la Municipalidad, se ponía en evidencia que se trataba de una vergonzosa sustracción de los recursos públicos con la finalidad de favorecer a un familiar.,
En la pesquisa los investigados han alegado que en realidad se giraron estos cheque al hermano del alcalde porque estaba encargado de agilizar y cancelar los servicios a un proveedor por el alquiler de maquinaria y equipo pesado, inclusive, señalaron que se trataba de la contratación de un camión volquete y de una máquina perforadora, supuestamente para realizar trabajos de voladura de roca en una obra de la carretera Mayas- San José.
Sin embargo, no existe en la Municipalidad y menos en la investigación documento alguno que acredite que esa maquinaria fue contratada como producto de un proceso de selección, peor aún el hermano del Alcalde ha manifestado que ese dinero lo utilizó para pagarle al proveedor Rolando Ríos, quien a su vez alquiló la maquinaria y el equipo pesado a Carlos Alberto Timaná Becerra.
Pero la misma investigación ha demostrado que la maquinaria pesada no le pertenecía a Carlos Alberto Timaná Becerra, sino que éste lo alquiló a la persona de Ramón Maldonado Méndez, quien declaró ser el propietario del camión volquete. Es decir, entre el dueño de la maquinaria y quien recibió el dinero, terminaron pasando hasta dos personas, pero ninguna de ellas cobró la plata, sino que lo hizo el hermano del alcalde.
Lo más grave es que el Fiscal ha recibido personalmente las manifestaciones tanto del ex alcalde como de su extesorero quienes reconocen haber girado los cheques en favor del hermano del primero de los mencionados y era consciente que si este último no tenía la condición de funcionario no podía ostentar representación alguna de la comuna distrital por su vínculo de parentesco, es evidente que estaba ante la comisión de un hecho delictivo.
El manejo de los recursos públicos requiere de un cuidado y una cautela extrema y se hace en función a lo que establece la ley, empero, pese a ello el Fiscal ha solicitado el sobreseimiento de la causa, en otras palabras le está pidiendo a la Juez que archive la investigación porque considera que no se ha incurrido en un hecho delictivo, pese a las pruebas y evidencias que se derivan de la grave acusación que se puso al descubierto en el distrito de Conchucos.
Infortunadamente parta el Ministerio Público no es la primera vez que este Fiscal Risel Angel Chicle Flores procede esta manera suspicaz y descarada en el tratamiento de las denuncias que obran en su despacho y esto lo saben no solo los medios de comunicación sino la propia Presidencia de la junta de Fiscales.
Ha sido la misma Dra. Nancy Moreno Rivera quien se ha visto obligada a derivar muchas de sus escandalosas disposiciones a la oficina de Control Interno porque involucraban una evidente inconducta funcional, una sesgada actuación que lesiona la imagen del Ministerio Público, empero, jamás ha sido objeto de una sanción.
No se puede soslayar que a este magistrado se le conoce como el “fiscal archivador” por su proclive posición de archivar las denuncias en la llamada época de la red criminal, cuando las denuncias contra el ex presidente regional César Álvarez y los funcionarios de su entorno se caían como castillo de naipes para regocijo de quienes habían establecido toda una red de impunidad en la Policía, el Ministerio Público y el Poder Judicial.
Justamente, el ex alcalde del distrito de Conchucos fue un elemento estrechamente vinculado con los personajes de aquella época, vistió la camiseta de “Cuenta Conmigo” con la cual llegó a la alcaldía y de allí que muchos consideran que la increíble petición del Fiscal Chicle Flores para archivar esta denuncia tiene ese mismo sesgo que todos pensaban que ya había sido desterrado del Ministerio Público.
No entendemos hasta cuando una institución puede permitir que sus propios integrantes de burlen de ella, el caso del Fiscal Chicle Flores generó ha radical decisión de la Presidenta de la Junta de Fiscales que exigió una investigación por las escandalosas decisiones que adoptó en el caso del Coliseo Cerrado y otros, empero, pese a ello el magistrado sigue indemne en el cargo y sigue sembrando de dudas su actuación al frente de las pesquisas.
Cierto es que las actuaciones controversiales, dudosas e ilícitas de los magistrados están sujetas a un proceso de investigación, sin embargo, en la Fiscalía no se pueden dar el lujo de dilatar esos procesos internos u olvidarse de ellos mientras el investigado sigue haciendo de las suyas, esto solo genera malos augurios para una comunidad que esperaba que se sancione a los que promovieron la impunidad en sus principales instituciones, pero la verdad es que no solo no pasa nada sino que seguimos asistiendo a escenarios escandalosos como el que nuevamente nos muestra el llamado “fiscal archivador”. Es una lástima que el esfuerzo de fiscales probos e idóneos se vea ensombrecido por hechos como el comentado.