Editorial

Editorial: ::: MALVADO ABANDONO :::

Los bienes de las entidades públicas, sean del estado, de los municipio o las regiones, suelen tener una características especial porque se dice que la propiedad es de todos y de nadie, tanto así que dada esta particularidad quienes las administran o disponen de ellos los maltratan y no tienen el menor reparo para cuidarlos y mantenerlos.

Esto es lo que ocurre con una moderna camioneta de propiedad del Proyecto Especial Chinecas que la semana pasada fue ubicada por la prensa en un Taller de mecánica de nuestra ciudad, totalmente abandonada y sin que el gerente o funcionarios de la mencionada entidad regional se preocupen por su paradero.

La unidad vehicular es una moderna camioneta marca Toyota de placa A5M: 850 de color plomo, la cual lleva más de cinco meses aparcada en el taller “Che Pibe” de la sexta cuadra del jirón Junín, inclusive ya ha sido reparada por el mecánico, sin embargo, como nadie la reclama ni cancela por el trabajo, por ello ha sido arrumada al fondo del establecimiento.

El propietario del taller reveló a los periodistas que la camioneta fue llevada hasta dicho lugar para su reparación luego de haber sufrido un siniestro, sin embargo, después de haber cumplido con el trabajo y que dejaran operativa la unidad vehicular se dirigieron a Chinecas para solicitar el pago por el servicio prestado, nadie quiso atenderlo, nadie respondía por el destino del vehículo y solo le indicaron que lo deje en el estado que se encuentra.

Lo que llama poderosamente la atención es que todo ello ocurrió el mes de diciembre del año pasado, cuando funcionarios de Chinecas  remolcaron el vehículo totalmente dañado, aparentemente había sido chocado en circunstancias desconocidas, habiendo sido virtualmente abandonado por lo que el espacio que ocupa como cochera  está ocasionando muchos gastos al propietario del taller que reclama por esta situación.

En realidad no debería llamar la atención a nadie que una entidad pública deje un vehículo en estas condiciones, hemos publicado hechos similares en otras entidades, como del Municipio Provincial del Santa y hasta de la misma Región, como ocurre con el caso de las ambulancias de mala calidad que adquirió el encarcelado presidente regional César Álvarez Aguilar, pues a menos de diez años esos vehículos ya forman parte de un cementerio de autos y fieros viejos y oxidados.

Sin embargo, es evidente que hechos de este tipo no deben quedar impunes, el solo hecho que se haya trasladado el vehículo con evidentes daños pone de manifiesto que fue siniestrada en circunstancias desconocidas que no han sido consignadas y menos aún registradas como corresponde, habiéndose recurrido a este taller particular con el evidente propósito de ocultar la unidad y dejar que otros se encarguen del problema.

Esto es lo que ocurre en estos momentos que el actual gerente se encuentra con este problema que han dejado funcionarios de otras administraciones y que requiere que se adopten medidas en razón que una camioneta es un bien que forma parte de un inventario y en una entidad pública no puede ser ignorada por el solo hecho que nadie se acuerde de ella sino que se tiene que dar de baja en mérito de informes que den cuenta de su estado y de las razones por las que se han deteriorado.

En el caso que nos ocupa, el propietario del taller ha señalado que la camioneta era nueva y moderna, así lo advirtieron cuando la llevaron, empero, por el solo hecho que ha debido ser abandonada en un rincón, en donde colocan otras cosas encima de su carrocería, se observa que se ha convertido en un amasijo de fierros viejos y se ha echado a perder un bien que debería ser de mucha utilidad en estos momentos para los objetivos del proyecto especial Chinecas.

No es posible que una unidad vehicular de eche a perder de esta manera, esto deja la impresión que en Chinecas se derrochan los recursos y se abandonan los bienes sin que a nadie le interese el destino de los mismos, comenzando por el gerente de la institución que ni siquiera se ha molestado en pronunciarse respecto a este hecho.

Lamentablemente, desde que el proyecto especial Chinecas fue transferido al gobierno regional de Ancash, cuando estaba al frente el ex presidente regional César Álvarez Aguilar, su destino quedó marcado para mantenerse en la misma senda de la mediocridad y la ineficiencia en el que se mantuvo por muchos años.

En manos de la región el proyecto irrigador se convirtió en un botín político, en una dependencia ideal para el clientelaje político, se dejó de lado a los técnicos y se llevó a gente del entorno de “cuenta conmigo”, es decir, gente que no solo no estaba capacitada para desarrollar un proyecto agroindustrial sino que estaba embriagada de ambiciones y de una voracidad que fue poco a poco minando todos sus presupuestos.

Tan cierto es esto que han transcurrido los años y el proyecto irrigador ni siquiera cuenta con estudios concluidos y con un proyecto en condiciones de poder ser licitado, por el contrario, hace solo unos meses el gobernador regional Waldo Ríos Salcedo ha decidido desactivar el código SNIP y de esta manera ni siquiera cuenta con la viabilidad como para gestionar el financiamiento que requiere.

Mientras que nuestros vecinos del norte cuentan con un proyecto irrigador como Chavimohochic que se encuentra en su tercera etapa y viene usufructuando las aguas del río santa que es de Ancash, en el proyecto Chinecas ni siquiera se reúne el directorio de la empresa que lo preside, desgraciadamente, el gobernador regional Waldo Ríos Salcedo.

Esto lo ha denunciado el representante de la junta de usuarios ante el mismo Directorio de Chinecas quien ha señalado que en lo que va de su gestión el gobernador regional no se han realizado sesiones de directorio y en estas condiciones nada se puede hacer para buscar que ejecutar la ansiada irrigación que muchos la consideran como el salvavidas económico de nuestra región.

Esta es la lamentable realidad de Chinecas y basta ver las fotografías e imágenes publicadas por los medios de comunicación de las condiciones de abandono en el que se encuentra la camioneta en un taller mecánico, para darnos una idea de la forma como se maneja y conduce esta entidad regional, es decir, todo un desastre.